Fútbol
El Barcelona, un líder con muchas lagunas
El equipo azulgrana sigue sin convencer a pesar de su dominio en la Liga y en Europa
«No hemos jugado al nivel que queríamos estar. Menos mal que hemos sacado los tres puntos, que por supuesto es lo más importante, pero ya creo que es necesario hablar de algunas cosas ». Era la denuncia de Marc André Ter Stegen, que no oculta las carencias de un Barcelona que disimula su fragilidad encaramado al liderato en Liga y en su grupo de Champions. Y en el vestuario lo saben . El malestar se ha adueñado del equipo que sabe que su situación de supremacía es ficticia. La incomparecencia de jugadores en la zona mixta en Praga es un síntoma de ese desasosiego. Solo el portero, junto con De Jong, Arturo Vidal y Busquets atendieron a las televisiones con derechos.
Mandando en la Liga y con la clasificación europea encarrilada, el Barcelona sigue sin convencer y sufriendo en exceso. Ya son muchos partidos en los que Ter Stegen es el mejor, cuestión sintomática en un equipo donde el portero debe ser un mero espectador e intervenir con acierto en contadas ocasiones. Las lagunas defensivas vienen condicionadas en muchas ocasiones por la falta de control del centro del campo. El brillo de De Jong y Arthur suele ser intermitente y el equipo se resiente de esa falta de constancia. Posiblemente, el equipo culé sea al que más le penalizan los errores en pérdidas de balón.
La mala planificación en pretemporada, con dos giras en Asia y Estados Unidos , ha debilitado la forma física de una plantilla que llega agotada al tramo final de cada encuentro, lo que provoca el dominio del rival y el cerco a la portería culé. Y por si todo ello fuera poco, la delantera no acaba de rendir de forma acorde a la inversión realizada. Luis Suárez sigue gafado cuando el Barcelona viaja por Europa (lleva más de cuatro años sin marcar fuera de casa en la Champions) y la dependencia de Messi es excesiva. De hecho, el Barcelona ha empezado a cosechar buenos resultados a partir de que el argentino ha superado sus problemas físicos.
Con un once tipo bastante perfilado, a Valverde le cuesta agitar los partidos cuando se atoran y los revulsivos en los que confía no acaban de dar el resultado esperado. No obstante, los tropiezos del Madrid y del Atlético esconden varios problemas de los culés, al igual que los fogonazos ante el Inter o el Slavia.
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