Fútbol
Bale, indiscutible en Gales, ausente en el Madrid
Su último partido oficial fue con su selección y desde septiembre se ha perdido trece partidos con su club
Cuando Gareth Bale compite con la camiseta roja de Gales se intuyen en su rostro toneladas de compromiso y responsabilidad. Es el líder, el capitán, carga con las ilusiones de un país en su espalda con orgullo y responde con galones en el verde. Bajo el abrigo de Gareth, su selección alcanzó las semifinales en la Eurocopa de Francia 2016 y los octavos en la pasada edición del torneo continental. Es el máximo goleador de la historia del equipo nacional con 33 tantos y en él recaen las esperanzas de volver a disputar una Copa del Mundo , un torneo que el pequeño país británico no disputa desde 1958. Dos partidos, ante Bielorrusia y Bélgica, distan al atacante para continuar soñando con estar en Catar 2022.
Esta versión del atacante, emocionante y asertiva, entra en contraposición con su imagen en el Real Madrid , donde su apatía corporal y futbolística, sumado a su calvario con las lesiones, le han impedido rendir con éxito en las últimas tres temporadas. Ni Zidane, ni Mourinho en el Tottenham, donde estuvo cedido la pasada campaña, consiguieron tocar su fibra y el conjunto blanco, inevitablemente, desea acabar su relación profesional con el galés, a quien se le acaba el contrato en junio de 2022 . Además, como ya informó este diario , el Madrid se plantea seriamente buscarle una salida en préstamo en enero. Ciertamente, en las bandas del Real Madrid sobra el talento con jugadores como Vinicius, Rodrygo, Asensio o Lucas ocupando los roles protagonistas. Mientras tanto, Bale y el desventurado Hazard continúan en la retaguardia.
El extraordinario extremo británico recibió el alta de los servicios médicos del club blanco justamente antes del parón de selecciones, por lo tanto, tenía vía libre para ser convocado por Giggs . De hecho, regresar de una lesión y jugar directamente con su selección es una situación que se ha repetido en épocas pretéritas y que en el Madrid disgusta. El último partido oficial disputado por Bale fue también con Gales, ante Estonia el ocho de septiembre. Tres días después, ya en Valdebebas, en el entrenamiento previo al encuentro ante el Celta de Vigo, Gareth sufrió una dolencia en su rodilla derecha, un percance que le obligó a perderse 13 partidos con el Real Madrid y dos con su selección.
Tras obtener el alta médica, Bale no ha dudado en acudir a la llamada de una selección que tiene serias aspiraciones de estar en el Mundial de Catar del año que viene. A falta de dos encuentros, los galeses son terceros del grupo E con 11 puntos, empatados con la República Checa (aunque con un partido menos) y a cinco del líder, Bélgica . El sábado ante una denostada Bielorrusia y el martes ante los belgas, pueden certificar una segunda plaza que les de acceso a la repesca y así seguir soñando con la cita mundialista.
«Desde el primer día que lo conocí me dijo lo especial que para él era Gales. Existió la posibilidad de jugar para Inglaterra, pero Gareth me dijo: '¡Nunca vuelvas a decir eso si quieres ser mi agente!' Es un galés fanático», comentó recientemente Jonathan Barnett, el representante del atacante. Con su selección juega con amor, un sentimiento de reciprocidad con la afición que, pese a ser un futbolista que pasará a la historia del Real Madrid, nunca surgió en el equipo blanco.
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