Real Madrid-Barcelona

Un amistoso con precios de final de Champions League

La entrada más barata para el partido entre el Real Madrid y el Barcelona costaba 170 euros, aunque se han llegado a pagar 25.000 en la reventa

S. FONT

La expectación que ha generado el clásico de esta madrugada en Estados Unidos (2.00 horas) está al mismo nivel que una final de Liga de Campeones, algo muy destacable si tenemos en cuenta que se trata de un amistoso de pretemporada en el que los equipos pueden jugar con suplentes y canteranos. El Hard Rock Stadium , con capacidad para 75.000 espectadores hace tiempo que ha colgado el cartel de no hay billetes. Lo más significativo es el precio que se está pagando para ver el duelo. La localidad más barata cuesta 200 dólares ( 171 euros al cambio ), mientras que la más cara se dispara a los 1.501 dólares (1.282 euros). Los precios en reventa son insospechados y se están cotizando a 25.000 euros .

Relevent Sports , empresa organizadora de la International Champions Cup, garantizó unas ganancias espectaculares a los dos grandes del fútbol español. Tanto Barcelona como Real Madrid se embolsarán seis millones de euros por disputar este partido, lo que ha abierto las puertas a que este clásico se repita más adelante. «Es un buen negocio para ambos equipos. Lo volveremos a hacer en el futuro. Probablemente no sea el año próximo, pero en dos años más, por qué no», se preguntó el presidente azulgrana Josep Maria Bartomeu.

El partido de esta madrugada no será el primer amistoso que enfrente al Real Madrid y al Barcelona. Los dos equipos ya se han medido en 37 duelos no oficiales. H ay que tener en cuenta que hasta 1950 era frecuente que ambos clubes pactaran partidos amistosos para rendir homenajes , ya que la relación entre ambos clubes era muy buena. Barça y Madrid también han coincidido en dos ediciones del Trofeo Carranza (1959 y 1968) y habían participado en el Partido de la amistad en 1957. El último amistoso se jugó el 11 de septiembre de 1991 en el Camp Nou y se denominó «El desafío». Sirvió para ensayar una nueva regla del fuera de juego que fue un auténtico fracaso. El partido acabó en empate (1-1) con goles de Nadal y Aldana y Luis Enrique iba vestido de blanco.

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