UD Ibiza-Barcelona

«Los amantes de la fiesta no pueden fichar por el Ibiza»

Pablo Alfaro, técnico del equipo balear, atiende a ABC horas antes de medirse al Barcelona

Pablo Alfaro durante una comparecencia ante la prensa EFE

Sergi Font

El vestuario del UD Ibiza celebró el ultimo sorteo de Copa como si les hubiera tocado el Gordo de Navidad. El Barcelona visitará la isla y deberá superar algunas adversidades como la ilusión de este equipo de Segunda B que marcha tercero en su grupo o tener que jugar sobre césped artificial. Además, está dirigido por un viejo conocido del Barcelona. Pablo Alfaro (Zaragoza, 1969) militó en el Dream Team de Cruyff, coincidió con Quique Setién en el Racing y llegó al Ibiza de la mano de Amadeo Salvo, que preside al club balear. Excesivamente duro cuando era futbolista (durante muchos años ostentó el récord de expulsiones) es la amabilidad hecha persona, personalidad que forjó mientras estudiaba medicina, carrera en la que se licenció. Alfaro atiende a ABC y deja claro desde el principio que pasar de ronda no está vetado a los modestos.

¿Cómo llega Pablo Alfaro a Ibiza?

A través de Amadeo Salvo, que es el presidente, y Fernando Soriano, que es el director deportivo. Llegué a finales de febrero de 2019. Un proyecto de Segunda división B con perspectivas de futuro, con las ideas bastantes claras. me convencieron para venir aquí y formar parte de la construcción de este proyecto deportivo.

¿Cómo se vive en Ibiza?

Nada mal. Ibiza es un paraíso. El gran público la asocia al verano y las vacaciones, que no cabe duda que es el gran atractivo que tiene pero en las otras tres estaciones del año también es una isla que tiene mucho potencial, para descansar, disfrutar a nivel gastronómico, hacer senderismo, deporte... Es una isa con 150.000 habitantes cuando no es época veraniega y está bien comunicada con las grandes capitales españolas. Aquí tienes una sensación muy agradable.

¿Un entrenador sufre teniendo a sus jugadores todo el año en Ibiza?

Como entrenador de un equipo como el Ibiza somos muy cautelosos con el perfil humano de los futbolistas que firmamos. Le damos muchísima importancia porque aquí no puede venir cualquiera. Los amantes de la fiesta no pueden venir porque hay mucha tentación. Necesitamos muy buenos profesionales y de momentos hemos acertado.

La llegada del Barça demostrará que en invierno también existe Ibiza...

Sí. La isla está loca con el acontecimiento deportivo. No hay otro comentario en la calle. Vamos a llenar nuestro estadio, tenemos que montar gradas supletorias... La llegada del Barça es un regalo para todos, para mis jugadores, que son los primeros que se lo han ganado compitiendo. Podremos disfrutar de un evento como la Copa del Rey que con este formato es mucho más atractivo.

¿Cómo está viviendo estas horas previas?

Bien. Seguramente hará décadas que el Barça no se entrena en césped artificial y se vana encontrar un escenario que no es cómodo ni familiar. Pero somos conscientes de la grandísima dificultad que tendremos y que el Barça es el súper favorito, pero la Copa con este formato... Es la competición más democrática de todas. En la Liga todos estamos en la categoría que nos corresponde y el glamour, la parafernalia y el prestigio está en la Champions League y la Copa nos iguala a todos un poquito.

Usted coincidió con Quique Setién...

Sí, tres años de compañeros en el Racing de Santander y tuvimos muy buena relación.

Puede ser su primer verdugo...

Hombre, no creo que sea algo que entre en sus planes (risas). Al Barça le deseo lo mejor a partir del miércoles por la noche. Eso lo tengo muy claro. Sabemos de la dificultad, que será una empresa dificilísima pero la vamos a competir. Eso que a nadie le quepa la más mínima duda. La Copa tiene noches mágicas y por qué no tiene que ser la del miércoles.

Un equipo es el reflejo de su entrenador. Usted fue un defensa duro ¿Su equipo es así?

Uno juega como puede, con las características que le ha dado Dios y los gustos pueden ser esos o parecidos. Yo intento que mis equipos reflejen lo que uno tenía de positivo dentro del campo. Cualquier persona que siga nuestra categoría puede ver que tenemos muy buen trato del balón, intentamos iniciar el juego desde atrás, tener alternativas, tener el balón para hacer daño al rival y a nivel defensivo ser agresivos en positivo. Pretendo que mi equipo transmita, se identifique y que los que van a verte salgan satisfechos del estadio.

¿Se siente maltratado por el fútbol, que se tenga una imagen de futbolista muy duro?

No. Uno es consciente que fue un defensa duro. Hay pocos defensas buenos que queden en el recuerdo por ser muy blanditos. Formaba parte de las cualidades que entonces te exigían. Cuando pasa el tiempo lo ves con nostalgia pero queda como las historias del abuelo Cebolleta. Ha habido muchísimas más cosas positivas. 18 años de profesional dan para mucho.

¿Se puede ganar al Barça?

Es difícil pero se puede. Claro que sí. Lo primero es creer en ello y tenes confianza y fe. Somos conscientes que nos enfrentamos a un equipo que es un top mundial pero son 90 minutos y la Copa tiene momentos mágicos para los equipos más humildes.

¿Por qué se decantó por el fútbol siendo médico?

Tal vez porque sigues viviendo de lo que hacías cuando estabas en el recreo del colegio. En el cole todos estábamos deseando que llegara el recreo para salir a jugar a fútbol. Todavía la esencia del juego y el balón nos sigue atrayendo tanto que seguimos en ello.

¿Cómo se llega a estudiar medicina siendo futbolista, con los lujos que ofrece el fútbol?

Posiblemente porque piensas que nunca llegarás a ser un buen futbolista (risas). Hay más médicos que futbolistas de elite. Yo siempre fui un niño de Zaragoza que cuando me preguntaban "oye Pablico, ¿tú que quieres ser de mayor?", yo siempre decía que médico y futbolista. La afición al fútbol me llegó a través de mi padre que jugó en Tercera división pero médico no había en casa ni el mas mínimo antecedente. No sé porque me dio por ahí.

Y se fue a la Universidad...

En mi casa, como buenos y tozudos aragoneses, el "¡Pablico estudia!" era un taladro diario. Al final vas compaginando y sabes que tus deberes y obligaciones son estudiar y el fútbol es un hobby. Pero te ponen el primer contrato profesional encima de la mesa, debutas y la balanza se decanta hacia el fútbol. Se convierte en tu profesión y te tomas la medicina de manera más tranquila, sin la necesidad de aprobarlo todo cada año. Me gusta mucho la medicina pero cobrando no la he ejercido nunca, sin cobrar alguna vez.

¿Qué le parece que un futbolista cobre más que un médico que salva vidas?

Es una buena pregunta y me la hicieron algunos catedráticos cuando estudiaba la carrera. No se trata de que el trabajo sea más o menos cualificado. Al final te pagan por el impacto que hay a todos los niveles. Si cualquier cirujano de corazón o cardiovascular, de los que operan a corazón abierto, fuera capaz de reunir a 15.000 personas en directo viendo la operación, posiblemente cobraría mucho más haciendo lo mismo. Son semi dioses muchas veces pero las trascendencia mediática no existe en el acto médico.

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