Fútbol
El agridulce caso de Ousmane Dembélé
El francés, lesioonado, se verá favorecido por el aplazamiento de la Eurocopa pero verá los partidos del Barça desde la grada
La crisis del coronavirus ha alterado el calendario del fútbol mundial provocando un quebranto de cabeza a jugadores, clubes y aficionados, que desconocen realmente si la Liga y la Champions podrán concluir con la disputa de los partidos que faltan. La intervención de Javier Tebas y de Luis Rubiales asegurando que la intención inicial de Liga y Federación es que los torneos se puedan disputar aunque se prolonguen en el tiempo supone un respiro para los clubes, que esperan recuperar las pérdidas que supone la paralización del calendario. Para ello ha sido fundamental la decisión de UEFA y FIFA de posponer al Eurocopa un año. Todo ello tiene unos daños y beneficios colaterales. Precisamente, uno de los futbolistas que se ve beneficiados por la medida es Ousmane Dembélé , que veía muy comprometida su participación en torneo de naciones.
El pasado mes de febrero se confirmó la lesión de larga duración del francés tras pasar por el quirófano para reparar su bíceps femoral, concretamente una rotura en el tendón proximal del bíceps femoral de su muslo derecho . Al tratarse de una lesión de larga duración (los médicos estimaron que superaba los cinco meses de baja) la Federación permitió que el Barcelona acudiera al mercado fuera de plazo. Así llegó Braithwaite , que ya jugado varios partidos con la camiseta del Barcelona mientras Dembélé se recupera cumpliendo los plazos. No obstante, aquí surge la sensación agridulce que le embarga ahora al francés. Aunque sabe que si no sufre ningún percance y su rendimiento es bueno podrá disputar el año próxima la Eurocopa, también es consciente que por mucho que se recupere a tiempo no podrá volver a disputar ningún partido más con el Barcelona . La Federación tramitó su baja federativa para que Braithwaite pudiera ocupar su lugar. Si el calendario se alarga debido a la crisis de coronavirus y el francés ya está recuperado, deberá ver los partidos de Liga y Champions desde la grada porque no tiene ficha.
El fichaje de Dembélé ha estado lleno de sinsabores y no ha podido demostrar su calidad. Llegó en verano de 2017 procedente del Borussia Dortmund y el Barcelona pagó 105 millones fijos más otros 35 en variables por el que era una de las grandes promesas del momento. No obstante sus problemas físicos, su irregularidad y su carácter problemático le ha impedido mejorar los números que presentaba en la Bundesliga. Ya ha pasado dos veces por el quirófano debido a problemas musculares graves, se ha perdido más de 60 partidos y no ha permitido rentabilizar su fichaje. Con contrato hasta 2022 , su valor en el mercado ha caído en picado y el Barcelona no es optimista en cuanto a lograr un traspaso que le permita amortizar lo que queda por pagar..
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