Aficionados del Barcelona insultan, escupen y zarandean el coche de Koeman

Ronald Koeman tuvo una accidentada salida del Camp Nou tras la derrota de su equipo ante el Real Madrid. Un numeroso grupo de aficionados se congregó en la zona del aparcamiento de los futbolistas y técnicos para increpar al neerlandés, que recibió insultos y el zarandeo de su coche. Los seguidores impidieron que Koeman pudiera avanzar, generando una situación muy tensa , con golpes, escupitajos e improperios. Además, no había ningún miembro de seguridad del club protegiendo los accesos, lo que permitió esta situación ciertamente peligrosa. Finalmente, el técnico pudo salir de la encerrona tras quince segundos de incertidumbre, tratando de no atropellar a nadie y continuar su camino sin más problemas. Entre los gritos que más se escucharon destacaron las peticiones para que dimita y deje el cargo, ya que un buen sector de la masa social azulgrana no está nada contenta con la labor del preparador.

Ante unos hechos tan lamentables, el club no tardó en posicionarse públicamente a través de las redes sociales y dar apoyo a Koeman. «El F.C. Barcelona condena públicamente las acciones violentas y de desprecio que ha vivido nuestro entrenador a la salida del Camp Nou. El club tomará las medidas de seguridad y disciplinarias para que no vuelvan a suceder hechos tan lamentables», aseguró la entidad catalana, que revisará las cámaras y las grabaciones para tratar de identificar a los protagonistas de los incidentes. La comisión de disciplina del club podría expulsar a estos socios por actitud violenta.

Este incidente se suma a la serie de problemas que está teniendo Koeman desde que estampó su rúbrica con el Barcelona. Desde su llegada ha sufrido las consecuencias de una inestabilidad institucional , con guerras intestinas, un equipo en descomposición y una grave crisis económica. La llegada de Joan Laporta a la presidencia, lejos de atajar la incertidumbre sobre su futuro, la agrandó al confirmar públicamente que Koeman no era su entrenador y que su continuidad dependía de encontrar un sustituto . Finalmente, tras exigirlo de forma pública, fue ratificado por el dirigente, que medita mantenerle hasta final de temporada, lo que ha generado cierta desazón entre la masa social culé, que prefiere otro tipo de entrenador.