fútbol internacional
Una Cenicienta en una fiesta de ricos
Albania, uno de los países más pobres del Viejo Continente, jugará una Eurocopa por primera vez en su historia
En la frontera entre Macedonia y Albania hay un flujo intermitente en verano: hacia dentro los pocos turistas que desean satisfacer su curiosidad deben pagar una mordida a los funcionarios de aduanas para evitar la fatigosa burocracia, un billete de 20 euros acoplado ad hoc en el pasaporte; hacia afuera hay caminantes en la carretera, escasos de equipaje, que buscan asilo en la Europa más próspera.
Las montañas convierten a Albania en un papel arrugado de escarpado filo mojado por el Adriático. El comunismo no acaba de soltar su presa en el país con menor PIB (producto interior bruto) per capita de Europa , que vive de la agricultura y la minería y carga con el sambenito del crimen organizado, del tráfico de drogas y armas.
Con sus 28.748 kilómetros cuadrados de superficie y sus tres millones de habitantes, esta «Cenicienta» se ha colado en una fiesta para ricos por primera vez en su historia : la Eurocopa de 2016 que se celebra en Francia. El fútbol como un cuento dickensiano. Berat Djimsiti, nacido en Zúrich pero que defiende los colores de la pequeña república mediterránea, tal vez disfrute el privilegio de defender a Cristiano Ronaldo, Rooney, Lewandowski o Benzema en una gran cita deportiva.
Hasta ahora, Albania había formado parte del relleno de los grupos en las interminables fases previas de los torneos, miembro del pelotón de los torpes junto a Malta, Luxemburgo, Andorra, San Marino, Islas Feroe... y, últimamente, Gibraltar , que ha cerrado este ciclo con diez derrotas en otros tantos partidos, 2 goles a favor y 56 en contra. Cayó en el Grupo I junto a Portugal, Dinamarca, Serbia y Armenia... y, con esta última escuadra, parecía claro su papel de carne de cañón. Pero se ha clasificado en segunda posición detrás de los lusos, sumando 14 puntos (10 goles a favor y solo 5 en contra). El domingo selló su pase con una victoria ante Armenia (0-3) y ayer sus jugadores fueron recibidos como héroes.
El seleccionador, el italiano Gianni De Biasi , ha sido clave en este éxito. Como técnico se ha especializado en equipos «ascensor» como el Modena, el Brescia o el Torino. En España ocupó el banquillo del Levante en 2007. Jugar con el agua al cuello le imprimió un carácter que le ha servido para cuajar un combinado rocoso y solidario.
La Superliga de Albania la disputan diez equipos y es una de las competiciones más modestas de Europa. Casi todos los futbolistas citados por De Biasi juegan en el extranjero. Bekim Balaj, que marcó el gol del histórico triunfo ante Portugal (0-1) , juega en el Slavia de Praga. El primer ministro albanés, Edi Rama, tuiteó entonces: «Lo bonito es que parecían hijos de Mourinho en su patria: ellos atacaban y nosotros ganamos».
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