fútbol
La nueva vida del entrenador Osama al Ghadab
El refugiado sirio llega a Getafe donde volverá a respirar fútbol
Corre e intenta zafarse a la carrera, con su hijo de siete años en brazos, de la Policía húngara en un campo de refugiados. Corre para escapar cuando la zancadilla de la reportera Petra Laszlo se interpone en su camino y lo derriba sin piedad. Una imagen trágica que indigestó al mundo entero al ver al hombre caído ante su intento de eludir a las autoridades que le impedía ingresar al país, en la ciudad de Roszke , cerca del límite con Croacia.
Ese hombre, de 51 años, es Osama al Ghadab y vivía en la ciudad siria de Deir ez Zor . Allí pasaba su tiempo entre balones y terrenos de juego. Lo hacia de forma profesional como entrenador del equipo de fútbol más importante del país, el Al Fotuwa SC . Un conjunto que cuenta con dos títulos y cinco subcampeonatos de la Liga de su país, así como cuatro Copas de Siria.
Pero con la llegada de los terroristas del Estado Islámico a su ciudad, la vida se hizo imposible y Osama , como muchos otros sirios, se vio obligado a huir en busca de seguridad y atrás quedaron aquellos días como entrenador. Así decidió partir con la firme convicción de encontrar un futuro mejor para él y su familia.
Hace apenas una semana Osama y su hijo Zaid recorrían aquella frontera húngara rumbo a Alemania. Nada resultó sencillo pero después del lamentable episodio ocurrido con la reportera llegaron finalmente al país germano. Pero Osama ya no era un hombre anónimo, esa cara tenía un nombre y una historia.
Otra oportunidad
Gracias a conocer sobre sus días en Siria ligado al deporte , su vida tomó un giro inesperado. La escuela deportiva de CENAFE (Escuela Oficial de Entrenadores Futbol y Fútbol Sala) de Getafe se interesó en él y le ha contratado. Tras su breve paso por Múnich ha llegado a Madrid y tan pronto como sea posible comenzará a trabajar en la escuela de entrenadores.
Pero la sorpresa no ha quedado ahí. Además, se ha unido al nuevo sueño uno de sus hijos, que es futbolista en Turquía y que deseaba recalar en España . Tras hacer varias gestiones con él, consiguieron el teléfono de Osama , quien por entonces ya había pisado la capital germana, sin imaginar lo que le deaparaba el destino.
Osama aún no pisará el terreno de juego, empezará con un cargo de administrativo hasta que aprenda el idioma. Pero después, se le buscará un equipo para que pueda ser entrenador de fútbol «como lo era en su país» . Ahora Getafe le espera con los brazos abiertos. Ya está todo listo para que Osama vuelva a respirar fútbol.
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