OPINIÓN

Pep Guardiola, interés y dinero

Jugó con España para estar en los Juegos Olímpicos, en las Eurocopas y en los Mundiales, quería estar en el escaparate

Pep Guardiola, interés y dinero MIGUEL BERROCAL

SALVADOR SOSTRES

Guardiola jugó con la Selección por interés y por dinero , y que diga que si hubiera existido la selección catalana habría competido con ella es como si un verdugo del franquismo dijera que él en democracia habría sido Defensor del Pueblo.

Pep es la metáfora perfecta del catalanismo, que sólo es valiente cuando no hay que pagar el precio. Pep jugó con España porque quería estar en el escaparate internacional en un tiempo en que no todos los partidos de las ligas nacionales se daban por la tele. Pep jugó con España para estar en los Juegos Olímpicos, en las Eurocopas y en los Mundiales, y porque quería tener abierto el mercado internacional, en el que pudo competir, ganando como corresponde su buen dinero.

Pudo Pep haber hecho lo contrario, pudo dar la cara por Cataluña, y por el catalanismo, renunciando a los privilegios, a los contratos y a los oropeles de jugar con España; pagando por una vez el precio concreto de defender aquello en lo que dice que cree. Pep jugó con España por vanidad, por interés y por dinero . Sí, como hacen todos. Pero que no lo niegue.

Su amigo Lluís Llach cantó sólo en catalán rechazando los suculentos contratos que le ofrecieron por cantar en español, cuando todavía las compañías discográficas ganaban mucho dinero. Inteligentes o absurdas, defendió sus creencias con su vida, y merece un respeto por ello.

Pero Josep Guardiola i Sala vive tan pendiente de la proyección pública de su imagen que es capaz de pisotear no sólo cualquier sentimiento sino la verdad misma de las cosas para asegurarse el lucir en el espejo. Jugó con España mientras le salió rentable y ahora reniega de ello porque estima que le resulta un mejor negocio hacerlo. Con Pep hay que buscar siempre la ganancia para comprenderle.

El catalanismo, como Guardiola, coquetea con la euforia patriótica hasta el borde del conflicto, pero se retira siempre en el momento en que alguien pide la cuenta. Es apasionante la facilidad que Pep tiene para rescribir la historia según le conviene, y el entusiasmo con que tanta gente le cree. Ahora juega a héroe del independentismo presentándose en una candidatura pero asegurándose de que no va a salir elegido, no fuera caso que tuviera que hacer algún esfuerzo.

Siempre ese cálculo, siempre su impoluto no mancharse, siempre ese aire como si flotara por encima de nuestra mortalidad desagradable. Guardiola es la lección que siempre parece que tengamos pendiente. Guardiola es su penúltima filigrana ante el espejo. Guardiola es la virgen cuando desciende en el Misterio de Elche.

Pep Guardiola, interés y dinero

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación