Teixeira Vitienes, un descenso muy fraternal

Como víctimas de una maldición bíblica, los árbitros de fútbol son los muñecos del pimpampum de jugadores, técnicos, aficionados, presidentes y prensa especializada. Cada fin de semana es habitual que la grada se acuerde de sus madres (lo mejor que puede decirse de un colegiado es que «ha pasado desapercibido», dice el tópico), una vara de medir que si se aplicara a cada uno de los actores de este deporte el ambiente sería irrespirable.

Dos de los árbitros más controvertidos de los último años, los hermanos José Antonio y Fernando Teixeira Vitienes , del Comité Cántabro, han compartido fraternalmente destino: descienden de Primera a Segunda según las clasificaciones por categorías hechas públicas por el Comité Técnico de Árbitros (CTA); les cogen el relevo el murciano José María Sánchez Martínez y el vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea.

José Antonio es penúltimo, con una evaluación de 8,72, y Fernando, último, con 8,66. El problema es que los dos hermanos superan los 41 años, edad límite para arbitrar en Segunda , según recoge el artículo 173 del Reglamento General de la Federación Española de Fútbol; esto implica que ambos tendrán que retirarse... o pasar al fútbol base.

Fernando Teixeira Vitienes , el menor, cumplirá 44 años el próximo 28 de julio. Fue el primero de los dos hermanos en ascender a la máxima categoría del fútbol español en la temporada 2003-2004. El pasado 31 de diciembre del 2014 perdió su condición de internacional , que ostentaba desde el año 2009, y el pasado 23 de mayo pitó en el estadio de Vallecas su último partido como árbitro de Primera División (Rayo-Real Sociedad). En 2012 saltó a la fama (a su pesar) por el acoso al que le sometió José Mourinho en el parking del Camp Nou. En el Atlético también le recuerdan por algún arbitraje poco afortunado.

Por su parte, José Antonio, que cumple 45 años también el próximo mes, ascendió de categoría en 2010, prácticamente al borde de los 41 que son el tope fijado para que un árbitro pueda subir de Segunda a Primera división. Se le recuerda sobre todo por su polémico arbitraje en el Sevilla-Barcelona de la temporada 2013-14 , cuando dejó de pitar un claro penalti a Messi. Las cámaras de televisión captaron cómo el colegiado le preguntaba al astro argentino: «¿Ha sido penalti?». «Sí», contestó Messi. El último encuentro que dirigió fue el Real Madrid-Getafe el 23 de mayo.