Copa américa
Willian hace de Neymar
Victoria de Brasil en su mejor partido en la competición. Destacaron Willian y Robinho. Venezuela, eliminada.
La decadencia quizás empiece con una mutación . Dunga fue una. Aparecen Dunga y Mauro Silva y todos lo celebran, pero nadie piensa en sus réplicas. Todo el bien que Brasil hizo al mundo con la samba, la bossa y la depilación, puede no compensar el daño que ocasionan sus mediocentros. Igual que Xuxa y las Paquitas, Dunga y sus Dunguitos. La evolución de Socrates a Fernandinho podría explicar todo el cinismo del mundo.
Aunque hay que reconocer que Dunga es un entrenador capaz de crear colectivos emocionalmente implicados que corran con fidelidad. Pero es una pena que hasta el Fútbol Club Almendralejo tenga una «identidad» y no la tenga Brasil. En la grada, por ejemplo, el realizador ya no mostraba garotas, sino un señor con tres papadas y un gorro cervecero. El fútbol es el cuarto mayor problema de América y con Brasil es aún peor. La tristeza de Brasil es más escándalo que lo de Blatter . Por eso lo primero que tiene que hacer la «canarinha» en cada partido es gestionar la decepción. Ayer, además, la baja de Neymar. Y como se sospecha de Dunga, lo resolvió bien.
El equipo dio una buena imagen en conjunto, sobrado de poder atrás, dejó flotante a Firmino arriba y aparentemente libres a Coutinho, Willian y Robinho . Lo dijo Wodehouse: Al final, el asunto se reduce a tener un poquito de libertad para mariposear. Robinho lo hizo adecuadamente, tocando y soltando. Si el Robinho viejo reencontrase al joven el resultado sería un jugadorazo. Aprendió tarde. Por eso es humanísimo y por eso aún resulta adorable. Brasil se venció hacia sus caídas a la derecha y la colaboración de toques rápidos propicio fugaces momentos de ligereza. Durante dos minutos el balón voló. Se adelantó pronto con un remate de Thiago Silva en un córner ; procesable el defensa Túñez. Luego, pocas ocasiones, pero un dominio sostenido.
Tras el descanso, pudo marcar el gran Silva en otro córner y Willian le dio el segundo a Firmino con una hermosa jugada por banda izquierda.
Dunga metió a Venezuela en el partido
Con 2-0 y una clara superioridad, el partido estaba entre el riesgo de nostalgia o de desorden. Dunga no podía permitirlo y organizó un «trivote». O incluso algo peor. Venezuela, que no había hecho nada, se metió en el partido. El rechace de una falta de Arango lo aprovechó Miku y Dunga acabó ordenando enérgicamente a sus cuatro centrales en el campo.
Con su corte de pelo a cepillo, en esos minutos de repentina zozobra Dunga parecía el Michael Douglas de «Un día de furia».
La Vinotinto intentó el empate , pero resultó eliminada de una competición en la que lo más bonito hasta el momento son esas palabras: guaraníes, cararinhos, vinotintos...
Noticias relacionadas