«Le han empezado a reventar botellas en la cabeza», escribió un menor del 'caso Jimmy'

Cada día que pasa es más evidente que la investigación policial y judicial del caso Jimmy llegan a resultados opuestos. Los agentes de la Brigada de Información de Madrid tienen whatsApp y un archivo de voz en los que dos de los menores detenidos el miércoles admiten su participación en la reyerta. Uno escribe: «Le pegué un palizón a uno»; el otro graba en un archivo de voz: «Hemos tirado a tres al río». Pues bien, para la Fiscalía de Menores no hay prueba alguna de su participación en los hechos, lo mismo que para el juez del caso las imágenes no implican en el homicidio a los cuatro individuos que fueron encarcelados y que dejó en libertad.

La Policía, en cualquier caso, no solo mantiene su tesis –tras las excarcelaciones comenzó la investigación desde el principio y llegó a las mismas conclusiones–, sino que en unos días enviará al juez un informe de Policía Científica y nuevas grabaciones y fotografías que, en su opinión, corroborarán sus pesquisas.

«Sorpresa»

A la espera de esos nuevos datos, en fuentes solventes consultadas por ABC ha causado «sorpresa» la afirmación de la Fiscalía de que no hay pruebas contra los dos menores detenidos el miércoles acusados de homicidio y tentativa de homicidio. El sumario corrobora esa extrañeza, ya que en él aparecen whatsApp escritos por uno de ellos, A.C.G. , muy explícitos. Este joven, que ya tiene 18 años y fue arrestado en el aeropuerto tras regresar precipitadamente de un viaje de fin de curso a Palma de Mallorca, escribió sobre las nueve y media de la mañana del día crimen a su novia: «Le hemos reventado, sin porra me he quedado, le he pegado un palizón a uno» . Curiosamente, cuando la chica le comenta que si está bien, porque hay una persona muy malherida, él tarda en responder un par de horas y le dice que no sabe qué ha pasado porque ha estado toda la mañana estudiando y no ha podido ir al fútbol. El problema está en que hay una fotografía en la que se le reconoce, y en efecto lleva una porra...

El caso de I.C.C. es similar, si bien él lo que hace es, además de mandar mesnajes, grabar un archivo de voz en su móvil para enviarlo a un amigo. Está excitado, algo lógico si se tiene en cuenta que lo graba poco después de los sucesos. «Sí tío, hemos tirado a tres (se refiere al río), se nos ha ido», dice. Y añade: «El primero que nos ha venido, entre tres ha ido al puto río, pero ese no ha sido el que se ha muerto. El pavo que yo creo que se ha muerto, yo creo que se ha colgado del bordillo del puente, vamos del paseo este, y se le veían las manos tío, entonces al muy subnormal le han pillado y le han empezado a reventar botellas en la cabeza , puñetazos y yo creo que ha sido eso, en plan que se ha quedado sin conocimiento, y ya se ha caído al río. Y ya nos hemos pirado…». Luego, orgulloso, habla del «puto respeto» que se habrían ganado los más jóvenes del grupo con sus «hazañas»: « Ahora mismo somos como los putos dioses . Los mayores, en plan alguno de los jefes y todo, en plan a darnos la enhorabuena, en plan que cojones le habéis echado, entretenida la mañana». El chico cuenta asimismo que se refugió en un bar hasta que a las diez y media llegó la Policía. Él escondió la porra que llevaba en la cisterna del cuarto de baño, pero los agentes la encontraron. Tampoco es suficiente prueba para la Fiscalía de Menores.

El juez de guardia dejó en libertad a los 15 mayores de edad detenidos el miércoles por la Policía en Madrid y Toledo. Les acusa de riña tumulturaria. Solo impone a uno medidas cautelares. El asombro continúa.