La conjura del Barcelona

La temporada de clubes empieza a encarar su final. Muchos meses de trabajo que luego se traducen en jolgorio o en lágrimas, según el barrio. En el caso del Barcelona, alguno no puede disimular la sonrisa de satisfacción. Se han hecho las cosas bien. Los resultados está ahí y el premio parece que no tardará en llegar. De momento, tiene las tres competiciones muy encaradas. Y la Liga está la primera de la lista.

El conjunto azulgrana tiene este domingo la primera gran oportunidad de proclamarse campeón. Después de mucho sudor, depende de sí mismo. Ya no tiene que estar pendiente de lo que hagan los rivales. El Real Madrid desde hace muchos meses. Si gana en el Vicente Calderón, la Liga será del Barcelona. Las cuentas son fáciles. Aunque igualando el mismo resultado que coseche el Madrid en el campo del Espanyol es suficiente.

Aunque el curso ya ha llegado a ese momento en el que todo lo estudiado se pone a prueba en los exámenes finales, la plantilla azulgrana no quiere esperar más. Con la final de Copa y de Liga de Campeones en el horizonte, cuanto antes se pueda ganar el campeonato, mejor se podrán preparar las otras citas.

Luis Enrique repartía abrazos a sus futbolistas en el entrenamiento del otro día. Una especie de felicitación por el trabajo bien hecho. También les pedía un último esfuerzo a sus jugadores. Plantilla y cuerpo técnico se han conjurado para sacar buenas notas y el primer sobresaliente lo quieren sacar en el Calderón. «Tenemos que cerrar cuanto antes la Liga y después llegará la final de Copa. Queda un mes con muchas cosas a disfrutar», comentaba este viernes Gerard Piqué, una de las voces más autorizadas del vestuario «culé».

El Barça tiene cerca la Liga, pero no será fácil dar ese último paso. El Atlético se juega la tercera plaza y el recuerdo del partido de Copa, caliente como pocos, sigue en la memoria de los rojiblancos. Claro que tampoco han olvidado en el bando azulgrana el alirón atlético de la temporada pasada en el Camp Nou. Una circunstancia que podría repetirse mañana con los papeles cambiados. «No se escoge donde se ganan las Ligas», establecía Piqué, que no considera especial el hecho de devolver el alirón al Atlético.

A nivel deportivo, el Barcelona se parece a una balsa de aceite. El buen trabajo del equipo en el terreno de juego se une a la buena labor de los preparadores físicos, supervisados por Luis Enrique, que han conseguido sortear la temporada con muchas menos lesiones de lo que es habitual en el Barça o en cualquier otro equipo de su nivel. La única mancha es una pequeña sobrecarga que arrastra desde hace un par de días Luis Suárez en los isquiotibiales de la pierna izquierda. El delantero uruguayo lleva dos días entrenando al margen. Su presencia en el Calderón está en el aire y dependerá de sus sensaciones en la sesión preparatoria de este sábado, la última antes de viajar a Madrid. Luis Enrique no le forzará.