Liga BBVA | Jornada 35
El Barça abusa en Córdoba
El conjunto azulgrana bate ocho veces a Juan Carlos y da un paso más hacia el título (0-8)
Encara el Barcelona de Luis Enrique la última curva de la Liga en unas condiciones inmejorables. Ya descuenta los metros que le restan para cruzar la línea. Tres jornadas para tocar la gloria. Parece imparable el conjunto azulgrana ahora mismo, un estado de gracia que corroboró en Córdoba con otra exhibición de intensidad, presión y actitud que acabó con una goleada de escándalo (0-8). Una paliza en el Nuevo Arcángel que espanta los fantasmas del pasado. Fermín ya es historia .
Luis Enrique despejó dudas muy pronto sobre el partido que esperaba encontrar en el Nuevo Arcángel, por mucho que el rival estuviera prácticamente descendido. No reservó ni el cordón de la bota de Messi y alineó a su once de gala. No había concesiones para el Córdoba, que ya había arruinado una Liga al Barcelona hace 43 años sin jugarse nada. Quería el técnico la mejor versión de su equipo y sus futbolistas no le decepcionaron. Este Barça no se relaja ni en el campo del colista. [En directo, Córdoba-Barcelona]
Se toparon los azulgranas con un rival muy solidario en defensa. Todos ayudaban en la recuperación y se hacía difícil encontrar huecos en ataque. Todo eran centros al área que si no despejaba la defensa local, remataban fuera los delanteros del Barcelona. Lo hicieron Neymar y Luis Suárez, desperdiciando dos ocasiones clarísimas de romper el muro cordobés y ahorrarse problemas. El equipo de Romero tenía muy poca salida, aunque las carreras de Crespo y Edimar por las bandas le dieron, al principio, algún que otro susto a Bravo.
Dominaba el Barcelona con autoridad. Dirigía la orquesta Messi, incrustado como casi siempre en el centro del campo para ayudar en la creación. Y cuando el argentino se acercaba al área, acechaba el peligro para Juan Carlos. El portero del Córdoba desbarató lo que pudo haber sido el gol de la temporada, después de un eslalon de Messi dentro del área más propio de un videojuego que de la vida real.
Se consumían los minutos y no traducía el Barça su superioridad en el marcador. No fue hasta los tres últimos minutos del primer acto cuando encontró premio a su buen juego. Y lo hizo por partida doble, sentenciando el partido antes del descanso. Primero fue Rakitic, que aprovechó una precisa asistencia de Messi para rematar con violencia y batir a Juan Carlos. Poco después era Iniesta el que se inventaba un pase por encima de la defensa y Luis Suárez lo remataba a placer.
El Barça había dibujado un escenario ideal para dosificar esfuerzos en la segunda mitad pensando en la visita del Bayern el próximo miércoles. Una tarde de lo más plácida, más aún después de las dos primeras jugadas tras la reanudación. Dos centros de Alves por banda derecha que remataron Messi y Luis Suárez a gol para despejar las pocas dudas que podía haber sobre el resultado final. Fue entonces cuando el Córdoba se olvidó de sus complejos y jugó mejor, presionando muy arriba y poniendo en apuros a un siempre atento Bravo. También aprovechó Luis Enrique para empezar a dar descanso a algunos de sus hombres, como Iniesta o Mascherano.
Aún quedaba mucho partido a pesar de la rotundidad del marcador. Minutos que en baloncesto se llaman de la basura pero que en un campo de fútbol sirven para rellenar egos. También para confirmar que la llegada de Luis Enrique ha supuesto un enorme salto de calidad en las jugadas a balón parado para el Barcelona. Como los saques de esquina.
Fue Rakitic el que centró y Piqué el que remató para alcanzar la manita. Messi puso la guinda con un gol de oportunista y cediendo luego el lanzamiento de un penalti a Neymar, muy desacertado ayer, a pesar de estar en plena lucha por el pichichi. Un enorme gesto de generosidad solo al alcance de un futbolista ejemplar como el argentino. Cerró un marcador de escándalo Luis Suárez, con su tercer gol de la tarde, el octavo de su equipo. No da tregua el Barça, que acecha la portería hasta el último segundo como si no hubiera mañana. Otro brillante ejercicio para los azulgranas, que empiezan a rozar el título con la yema de los dedos.
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