Un Barça diferente

Llega el Getafe al Camp Nou, un equipo siempre incómodo para el Barcelona . Ya empató la temporada pasada en su visita a la Ciudad Condal, igualada que repitió en el partido de la primera vuelta disputado en el Coliseum este mismo curso. Así que no es equipo para tomarse a la ligera si eres entrenador azulgrana. Así lo piensa Luis Enrique: «Ya hizo una broma pesada por aquí hace un año y nos empató en la primera vuelta. El Camp Nou es un escaparate perfecto para cualquier equipo así que seguro que nos presenta muchas dificultades a pesar de las bajas que tiene».

[ Barcelona-Getafe en directo, a las 20.00]

Pero tiene que lidiar el técnico con los minutos que acumulan sus jugadores en las piernas después de una temporada extenuante, cuyo final asoma no sin antes presentar las batallas más decisivas. Luis Enrique ya atisba el enfrentamiento europeo ante el Bayern que comenzará en poco más de una semana. Un cruce para que el que pretende tener a sus hombres en las mejores condiciones posibles. Por eso, tiene previsto dar descanso a los más habituales entre la visita del Getafe y el desplazamiento a Córdoba del próximo sábado.

De momento, el público que acuda al Camp Nou se topará con un once muy distinto al que está acostumbrado, con cambios en todas las líneas excepto la portería, donde se mantendrá Bravo. Incluso en ataque, el tridente tiene todos los números para romperse con la entrada de refresco de Pedro. El canario ocupará el puesto de Neymar o Luis Suárez, una decisión difícil que debe tomar el técnico, aunque podría alternar entre el Getafe y el Córdoba. En el resto de líneas. futbolistas como Bartra, Sergi Roberto o Xavi, que no es titular por difícil que sea asimilarlo, contarán con su oportunidad.

La única ausencia forzosa que tiene Luis Enrique es la de Jordi Alba, tras su polémica expulsión en el derbi contra el Español . Por parte del Getafe, que nunca ha ganado en el Camp Nou, también podría haber novedades, dado el importante partido ante el Granada del próximo fin de semana. Los de Pablo Franco tienen la permanencia prácticamente asegurada, pero no quieren confiarse.