Una indigestión de partidos

En 38 días, solo tres estarán libres de fútbol. El atracón no tiene precedentes, aunque hace un año hubo 31 jornadas consecutivas

Una indigestión de partidos

M. Á. BARROSO

Tras el miniparón de Semana Santa (con salpicón de encuentros de selecciones para que el aficionado más recalcitrante no se sintiera desamparado), llega el acabose: desde el Viernes Santo hasta el próximo 10 de mayo, es decir, 38 días, habrá 35 con partidos de fútbol entre competición doméstica e internacional. Un atracón sin precedentes (aunque el récord de fechas consecutivas es de enero/febrero de 2014, con 31).

Durante esta larga travesía se habrán despachado ocho jornadas de la Liga BBVA, seis de la Liga Adelante, los cuartos de final de la Champions y la Europa League y la ida de las semifinales de ambos torneos. Lo más importante de la temporada se cocinará, pues, en este tramo, dejando las finales para poco después. Prácticamente no hay huecos en el calendario sin su afán balompédico, y los entrenadores de los equipos que están en todos los frentes tendrán que gestionar sus efectivos con sensatez.

No es la primera vez que asistimos a una serie de este calibre, sobre todo desde que las televisiones dictan la ley en el fútbol. El producto, a este paso, acabará cayendo en un bucle sin fin. En otoño de 2013 hubo dos tiradas de 23 días de partidos en sesión continua (en ambos casos los compromisos de la selección española frenaron el empacho) y, como queda dicho, hace un año se llegó a las 31 fechas sin interrupción. Al ser año de Mundial, la Copa se resolvió a matacaballo. En este curso no existe el problema de una gran cita veraniega, pero el programa se ha apretado igualmente.

La tiranía televisiva está convirtiendo a los hinchas de grada en aficionados de salón. Los que prefieren disfrutar del espectáculo in situ pagan el pato, ya que a la sobreabundancia de encuentros se unen las horas intempestivas y los precios más altos de Europa; circunstancias que, de momento, no conmueven a la Liga de Fútbol Profesional (LFP), que cree que su producto necesita esa inyección de euros para ser competitivo.

La patronal asegura que le interesa un equilibrio entre el «fútbol presencial» y el «fútbol de abonados televisivos», aunque los esfuerzos se centran más en el segundo caladero. Los clubes no desmienten la teoría porque su supervivencia depende del pastel audiovisual. El fútbol, incluso para los que lo esquivan, acaba siendo una constante.

Una indigestión de partidos

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación