Bravo, héroe inadvertido

Claudio Bravo era un futbolista satisfecho en los vestuarios del Camp Nou después del clásico (2-1) . Nadie hablaba de él, pero se marchó casa con la satisfacción del trabajo bien hecho. «Nosotros paramos para que los delanteros se lleven la gloria», decía resignado, pero con una amplia sonrisa, antes de abandonar el estadio. No le falta razón. El gol de Luis Suárez le catapultó a las portadas, pero sin las paradas de Bravo, la acción del uruguayo hubiera sido en balde.

Tuvo el Madrid encerrado al Barcelona durante varios tramos del clásico. Fueron momentos de zozobra en el Camp Nou, momentos en los que la tranquilidad y la calidad de Bravo acabó resultando fundamental. El chileno le sacó dos balones de gol a Benzema que desesperaron al delantero francés. Especialmente increíble fue la segunda, en la que el disparo del madridista rebotó en un defensa azulgrana, cambiando la dirección del balón. Pero Bravo reaccionó con unos reflejos increíbles y se lanzó hacia su izquierda, alcanzando a desviar la pelota con la punta de los dedos. Un escorzo alucinante, que también decidió el clásico, aunque apenas se hable de él.

Bravo es una de esas medallas que debe colgarse a Zubizarreta. Denostado por su confección de la plantilla, el ex director deportivo del Barcelona no lo hizo todo mal. De hecho, seguramente lo mejor que hizo fue cubrir la marcha de un jugador tan importante como Víctor Valdés.

Fichó a Ter Stegen como apuesta de futuro , pero cuando llegó Luis Enrique le pidió un portero veterano para compensar la juventud del alemán y Zubi apostó por Bravo. Una apuesta que está resultando más que ganadora. Su actuación en el clásico no es más que una confirmación de lo que viene haciendo toda la temporada, en la que sigue siendo el portero menos goleado de la Liga.

Bravo, junto al resto de internacionales del Barcelona, se ausentará esta semana de los entrenamientos. Fijo en las alineaciones de Sampaoli, el portero azulgrana disputará dos amistosos con Chile en este parón de selecciones. Por suerte para Luis Enrique, no debería regresar demasiado cansado, ya que los chilenos disputan sus partidos en Austria e Inglaterra, por lo que el futbolista no deberá afrontar viajes transoceánicos.