el clásico

El día que Tarradellas tuvo que mediar entre el Madrid y el Barça

El entonces presidente de la Generalitat reunió en vísperas del clásico de febrero de 1980 a Luis de Carlos y José Luis Núñez, que habían roto relaciones cuatro meses antes

El día que Tarradellas tuvo que mediar entre el Madrid y el Barça ABC

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Seis de febrero de 1980. Vísperas de un clásico en el Camp Nou. Las siempre turbulentas relaciones entre los dos principales equipos españoles pasan por uno de sus peores momentos. Hasta el punto de que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Josep Tarradellas, se ve obligado a mediar entre los presidentes del Real Madrid, Luis de Carlos, y del Barcelona, José Luis Núñez, que habían roto relaciones en octubre. Ambos mandatarios terminaron la maratoniana reunión en el Palacio de la Generalitat dándose un abrazo en presencia de Tarradellas y de Pablo Porta, presidente de la Federación Española de Fútbol. «Núñez y De Carlos firmaron la paz», tituló ABC en su edición del día siguiente. Pero la resolución del conflicto no fue tan fácil.

[ Barcelona-Real Madrid en directo]

Todo había comenzado cuatro meses antes con un gol de Hipólito Rincón contra el Zaragoza que la moviola demostró que estaba en fuera de juego. En una reunión de presidentes de clubes de Primera, Núñez se adhirió a las protestas del presidente zaragocista y de otros mandatarios aparentemente también perjudicados por los arbitrajes contra el Madrid. En realidad, Núñez aprovechaba en esa época cualquier decisión arbitral que hubiera ayudado al equipo blanco para arremeter contra lo que consideraba «ayudas sitemáticas de los colegiados» al Real Madrid.

Pero aquella vez Luis de Carlos, hombre habitualmente sosegado, terminó estallando ante las provocaciones de Núñez. «No puedo estar sentado en la misma mesa que un señor que ha ofendido al Madrid», exclamó el presidente del Madrid antes de abandonar la reunión. Durante los meses siguientes, no fructificó ninguno de los intentos de mediación que realizó Pablo Porta, porque De Carlos exigía una rectificación de Núñez, que este no estaba dispuesto a dar, con la excusa de que sus quejas contra los arbitrajes no habían sido en público sino en una reunión privada.

Así que tuvieron que intervenir los representantes políticos. En concreto,el presidente de la Diputación de Madrid, Carlos Revilla, y el presidente de la Generalitat, Josep Tarradellas, quienes entre otros muchos asuntos trataron este asunto en una reunión que mantuvieron a principios de 1980. Tarradellas, preocupado por la situación, envió un emisario, Josep María Esquerda, delegado de la Generalitat para el Mundial 82, quien terminó convenciendo a De Carlos para que viajase a Barcelona a una reunión en la que también estarían presentes Núñez, Porta, Tarradellas y el propio Esquerda. El presidente del Real Madrid aceptó la invitación, pero la reunión tuvo un último elemento de suspense. De hecho, pudo no haberse frustrado por una tupida niebla en el aeropuerto de Barajas.

La niebla, último obstáculo

Las malas condiciones meteorológicas retrasaron el despegue y obligaron a retrasar la reunión hasta las doce del mediodía. Después de cinco horas reunidos, hubo fumata blanca. Y un abrazo histórico entre los dos presidentes. «Los señores Luis de Carlos y José Luis Núñez han constatado el espíritu de cordialidad y mutuo respeto que por encima de la tradicional rivalidad deportiva de erróneas interpretaciones, ha sido constante falta de conducta entre ambos clubs», rezaba el comunicado tras el encuentro.

«El presidente Tarradellas ha expresado su satisfacción por el resultado de la reunión, agradeciendo a los presidentes de ambos clubs la postura adoptada y la afinidad manifestada, símbolo y reflejo de la solidaridad existente», continuaba la nota, que reflejaba que «los presidentes de los dos clubs y el presidente de la Federación Española de Fútbol, señor Pablo Porta, expresaron su agradecimiento al muy honorable señor Josep Tarradellas, presidente de la Generalidad de Cataluña por su mediación, que ha dado como resultado la reafirmación del sentido de amistad que ha presidido la reunión».

Jordi Domenech, corresponsal de ABC que cubrió la reunión, aseguraba al día siguiente que el acuerdo se produjo gracias a «la autoridad moral del presidente de la Generalidad», ya que Núñez era en un principio reticente a reconciliarse públicamente con el señor De Carlos. Sin embargo, la indudable autoridad que el presidente Tarradellas ejerce sobre la ciudadanía, instituciones y asociaciones de Cataluña, así como su evidente preocupación para que el partido de fútbol que el próximo domingo enfrentará en el Nou Camp a los equipos del Real Madrid y el Barcelona se desarrollara con normalidad, han posibilitado esta mediación que en ámbitos no solamente deportivos, sino políticos, se considera importante y muy positiva. Así, y definitivamente, el próximo domingo el presidente Tarradellas aparecerá en el palco presidencial del Nou Camp, acompañado de los titulares de la presidencia del Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona», concluia Domenech.

Y así fue. De Carlos acudió el domingo 10 de febrero de 1980 al palco del Camp Nou, y el Real Madrid dirigido por Boskov se impuso por 0-2 con goles de García Hernández y Santillana. En una entrevista posterior concedida a «Blanco y Negro», suplemento de ABC, Luis de Carlos explicaba que «el abrazo de Núñez significó en realidad un abrazo que yo daba a Cataluña y a Barcelona. Y le digo más: es el ofendido, en este caso el Real Madrid, el que tiene que perdonar»

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