Hennes, la cabra que no se pierde un partido del Colonia

Histórico del fútbol germano y campeón en la edición inaugural de la Bundesliga, el Colonia es un club pionero en Europa y presume de ser uno de los primeros en apadrinar mascota. Al contrario de lo que ocurre en el fútbol actual, donde la mercadotecnia impone sus leyes y muñecos variopintos se han convertido en estandartes de los equipos, el fetiche del conjunto alemán es de carne y hueso. En 1950, la entidad recibía una cabra como regalo y, 65 años después, se mantiene como símbolo. La afición se encuentra tan identifica con este animal que la excéntrica celebración del delantero nigeriano Anthony Ujah con Hennes VIII desataba este fin de semana una polvareda entre los hinchas. El jugador tenía que pedir perdón públicamente por su ofensa.

Hennes VIII, mascota oficial del Colonia desde 2008, es heredera en octava generación de Hennes I, la cabra regalaba al club alemán por un circo alemán que en 1950 visitaba la ciudad del estado de Renania del Norte-Westfalia. Entregado entonces como amuleto de la suerte, el paso de los años ha convertido a este animal en el gran símbolo del club, que en su página web reserva un apartado a una de las mascotas más reconocibles del continente.

Aquella primera cabra, que los aficionados pueden ver ahora disecada en una vitrina de las instalaciones de club, moría en 1966, pero el Colonia no se quedaba huérfano de mascota. Una de sus crías heredaba el trono y comenzaba un proceso dinástico que ha llegado hasta nuestros días. Después de 65 años, son ya ocho las cabras, todas portadoras de la misma sangre, las que han representado al club, que incluso cambiaba su primitivo escudo para que el animal también apareciera en él. La catedral, el gran símbolo de la ciudad, quedaba relegado a un segundo plano en el emblema que lucen los jugadores en su pecho. El protagonismo es para Hennes.

Lo que no ha cambiado en ese más de medio siglo es el nombre dado a la mítica cabra y en la línea sucesoria aparece ahora Hennes VIII. Exfutbolista y exentrenador en la década de los años 50, Hennes Weisweiler figura como uno de los grandes nombres en la historia del Colonia, que decidía bautizar a la mascota con el nombre del ídolo para rendirle homenaje.