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Alberto Bueno: «Mi hija me recibió señalándome con cuatro deditos»
El héroe de la jornada habla con ABC de su hazaña ante el Levante: póquer en catorce minutos
Blanca y Lucía, como cada partido en Vallecas, aguardan con paciencia a que su chico se duche, atienda a los medios y se despida de sus compañeros. Lo hacen enfundadas con la franjirroja. Orgullosas y ufanas, luciendo el 23, número de marido y padre, de padre y marido. El sábado, tras su recital ante el Levante, cuatro goles en apenas catorce minutos, h echo inaudito en la historia del Rayo, las dos princesas de la vida de Alberto Bueno (20 de marzo de 1988, Madrid) tuvieron que esperar algo más de lo normal. Nadie quería dejar de darle la enhorabuena al protagonista de la jornada, que hizo horas extras recibiendo halagos y atendiendo a los medios de comunicación. La ocasión merecía la pena: «Mis compañeros y el cuerpo técnico, aparte de felicitarme, me pidieron que la próxima vez hiciera cinco, que un póquer no era para tanto. Todos estuvieron muy atentos y me firmaron con mucho mimo el balón, que ya lo tengo en casa como un trofeo más», asegura el delantero a ABC.
El cariño recibido dentro del vestuario no fue el único que obtuvo Bueno. Tras la puerta de la habitación sagrada del fútbol estaban mujer e hija, ávidas por abrazar a Alberto con más efusividad que nunca: «Fue muy bonito. Lucía, mi hija, que tiene dos años y medio, es muy futbolera y siente devoción por su padre. Siempre que el horario es adecuado viene a Vallecas a verme. Es mi fan número uno. Se me cae la baba con ella. Cuando salí del vestuario, estaba con mi mujer, Blanca, esperándome, y nada más verme me miró y me señaló con su mano cuatro deditos. Fue muy emocionante. Además, ahora estamos esperando un segundo hijo. La felicidad es total».
El delantero rayista nunca había metido más de dos goles en un partido. Sí lo hizo cuando era muy pequeño, en las categorías inferiores del Real Madrid, pero a nivel profesional, tanto en Segunda B como en Segunda y en Primera, jamás. Ni tres ni cuatro goles. El sábado mató dos pájaros de un tiro.
Producto de «La Fábrica»
Alberto Bueno vive el mejor momento de su carrera deportiva. Con todavía trece jornadas por delante, suma doce tantos, superando los once de la pasada, su ya extinto récord. Jugando en el Rayo Vallecano, estos registros son petróleo y él lo sabe, por eso mira al futuro con dos objetivos bien definidos: «Tenemos que pelear para que el Rayo sea un equipo aún más respetado en Primera y, en corto espacio de tiempo, por qué no, volver a verlo en Europa. Sería muy bueno para el fútbol. Y si yo ayudo con trabajo, asistencias y goles, mejor. El reto de ir con España está ahí y es lícito que me ilusione». La selección no sería una novedad en su carrera: ya ganó el Europeo sub 19 en Polonia, en 2006, formando equipo con Mata, Piqué o Mario Suárez, entre otros. Y lo hizo a lo grande: Pichichi del torneo, con cuatro goles.
Bueno pertenece a la mejor generación de canteranos del Real Madrid del siglo XXI. Ingresó en el Infantil A con 12 años y jugó en aquel súper Castilla de Mata, Negredo, Callejón, Borja Valero, Javi García, De La Red, Torres, Casilla o Adán: «Mantengo muchos amigos de aquella época. Mata me llamó ayer para felicitarme por mis cuatro goles». Fue otra felicitación más para un obrero del fútbol que ya forma parte de la historia de la Liga .
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