Inglaterra

La brutal patada a un aficionado que convirtió a Eric Cantona en diablo

Se cumplen 20 años de la agresión de la estrella del Manchester United a un hincha del Crystal Palace, uno de los incidentes más recordados de la historia del fútbol

La brutal patada a un aficionado que convirtió a Eric Cantona en diablo

JORGE A. MORENO

Ganaba dos ligas y una copa en Francia; conquistaba cinco títulos de liga en Inglaterra, país en el que también levantaba dos Copas y cuatro supercopas; con su selección disputaba 45 partidos, en los que firmaba una veintena de goles... El francés Eric Cantona (24 mayo 1966) forjaba un brillante palmarés a lo largo de sus quince años como profesional, pero también protagonizaba una de las agresiones más comentadas en la historia del fútbol. El damnificado de aquella brutal acción, curiosamente, no fue un rival, sino un aficionado que le insultaba desde la grada. Una reacción cargada de ira que marcaría la biografía de un extraordinaria futbolista que, al cumplirse ahora veinte años de aquel incidente, continúa siendo casi más recordado por aquella patada de Kung-fu que por su amplio legado deportivo. Es la cara más amarga del jugador que en una votación de los hinchas del Manchester United saliera elegido «el mejor» de la historia del conjunto de Old Trafford .

Tras su periplo por varios clubes franceses, Cantona aterrizaba en Inglaterra en enero de 1992 para probar una semana con el Sheffield Wednesday. Una aventura que no llegaba a buen puerto y que desembocaba en su posterior fichaje por el Leeds United. En la hierba de Elland Road, el delantero iniciaba sus éxitos deportivos en las Islas Británicas y también comenzaba a dar muestras de su fuerte carácter y controvertida personalidad . El día de su debut escupía a un hincha de su propio equipo, un preludio del grave incidente que protagonizaría el 25 de enero de 1995 con un aficionado rival. Defendiendo ya la camiseta del Manchester United, su patada de Kung-fu sobre el pecho de un seguidor del Crystal Palace daba la vuelta al mundo.

Aquel día, Cantona estallaba y confirmaba el cartel de «futbolista pasional» con el que ya había llegado de Francia. El delantero, una de las estrellas del Manchester United , aguantaba como podía la sucesión de patadas y entradas bruscas de los defensores del Crystal Palace. Richard Shaw, un central contundente y expeditivo del conjunto londinense, terminaba de colmar su paciencia en un lance. La reacción del galo no tardaba en llegar en forma de agresión sobre su rival, una respuesta que le costaba una tarjeta roja más que merecida poco después del inicio del segundo tiempo.

La peor versión de Cantona, recordado también por su costumbre de jugar con el cuello de la camiseta subido, estaba aún por llegar. Cuando francés abandonaba el campo entre abucheos de la grada, los insultos de un joven hincha del Crystal Palace , Matthew Simmons, provocaron que enloqueciera. «Vuélvete a Francia con tu puta madre, bastardo», fue la frase que desataba su ira. El «7» de los «diablos rojos» decidía tomarse la justicia por su cuenta, saltaba por encima de las vallas publicitarias y propinaba una patada de Kung-fu al joven aficionado, de 20 años. La bronca en el estadio de Selhurst Park fue de época.

Las consecuencias de aquella patada

Aquella lamentable patada tuvo graves consecuencias para Cantona más allá del nuevo borrón que supuso en su trayectoria como futbolista: recibió una histórica sanción de 20.000 libras; fue castigado por su club con cuatro meses de suspensión, aumentados a ocho por imposición de la Federación Inglesa; y fue condenado a dos semanas de prisión, que finalmente conmutadas por 120 horas de servicio comunitario.

La vida del aficionado que provocaba la ira de Cantona también caía en desgracia a raíz de aquel lamentable incidente. El Crystal Palace le retiró su abono, perdió su trabajo, parte de su familia dejó de hablarle y tuvo que saber convivir con las amenazas. Simmons sufría también las consecuencias de una patada que supuso fue el comienzo del fin de la carrera de un futbolista que, con 28 años, era leyenda en el fútbol de las Islas. Además de su legado en forma de títulos, en el palmarés de Eric Cantona también figuraban éxitos individuales como haberse convertido en el primer futbolista capaz de ganar dos ligas seguidas en Inglaterra con equipos distintos (Leeds y Manchester United) o aparecer en los libros de la Premier como el primer jugador que anotó un triplete goleador en la Premier (ante el Tottenham).

El de Simmons fue uno más de los incidentes que marcaron la carrera de Cantona. Y es que el delantero francés había llegado a Inglaterra precedido por una mala fama ganada a pulso. En 1987, dio un puñetazo a su compañero del Auxerre y un año más tarde fue sancionado tres meses por una brutal entrada a un rival; en 1989, fue apartado de la selección por insultar en televisión al técnico, Henri Michel. Los castigos, sin embargo, no sirvieron para que aprendiera a temblar los nervios y continuó provocando escándalos.En las filas del Marsella, fue suspendido un mes por lanzar el balón al público y la camiseta al suelo, enfadado tras una sustitución sustituido y en el Montpellier, le arrojó las botas a la cara a un compañero.

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