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Míchel: «Hace tres meses el Olympiacos me habló de renovar»
Tenía el equipo a un punto del líder y contaba con el apoyo de la afición, pero su presidente quería que jugase mejor. Esta semana era destituido
Míchel dialoga con ABC inmerso en la negociación de su finiquito . Hay tiempo para hablar tranquilo antes de reunirse con el presidente del Olympiacos, Evangelos Marinakis, un millonario que vende más jugadores que compra y quiere que su equipo juegue como si no traspasara a sus mejores futbolistas. El verano pasado ganó 54 millones con el adiós de Samaras (Benfica), Papadopoulos (Trabzonspor), Holebas y Manolas (Roma). Ahora se ha marchado Abidal. Y el dirigente ha despedido a Míchel porque opina que el equipo no juega bien. «Es la idiosincrasia del fútbol griego. Acepté las reglas al venir y debo admitirlo, aunque no esté de acuerdo ni lo comprenda». Es Míchel en estado puro.
-El Olympiacos está a un punto del líder, el Paok, jugó la Champions y sigue en la Europa League. ¿Qué razones le da Marinakis para despedirle?
-El presidente me dice que debe proteger los intereses del club y es muy exigente. Aunque llevamos cinco victorias consecutivas, el domingo ganamos 2-1, tuvimos problemas y él pide más, quiere que juguemos mejor. Lo acepto, pero no lo comparto.
-Marinakis traspasó a cuatro hombres importantes y no fichó hombres de similar nivel. Ahora se va Abidal y no vino un central. Es un club vendedor que exige como comprador.
-Se marcharon esos cuatro jugadores y ahora se marcha Abidal, sí, pero sería una mala excusa justificarme en esas ventas. Disputar dos años seguidos la Liga de Campeones ha sido un argumento para mantenernos estables. Es verdad que Olympiacos es más vendedor. Bucea en el mercado. Pero están bastantes contentos con las dos Champions que hemos disputado. El problema ha sido que estamos a un punto del Paok en la Liga y piensan que deberíamos ser líderes. Respecto al adiós de Abidal, lo sabía desde hace dos meses y yo pedí un central. Vendrá dentro de unos días.
-Usted ha hecho historia con este equipo en la Copa de Europa y le echan. No se comprende.
-Eso me lo llevo dentro. En la Liga de Campeones del año pasado llegamos a octavos y pusimos contra las cuerdas al Manchester United. En la actual conseguimos nueve puntos, que es la mejor puntuación de un tercer clasificado de grupo, y por eso somos cabezas de serie en la Europa League. Mire, pero si hace tres meses hablábamos de mi renovación...
-¿Qué me dice? ¿Y le despiden?
-Mi contrato finalizaba en junio y tres meses atrás comenzamos a hablar de renovar. Conozco bien la cultura del fútbol griego y sé que funciona así. Aquí es normal que se cambie de técnico cada siete partidos. Le cuento una anécdota: en una temporada me he enfrentado al mismo entrenador en tres equipos distintos. Pero en Grecia he vivido una experiencia magnífica. Los griegos nos han tratado muy bien a mí y a mi mujer. Ahora que no sigo en el club, la gente nos sigue saludando por la calle con mucha consideración. Las encuestas dicen que el 90 por ciento de la afición me apoyaba, estaban conmigo.
-Pues todavía se entiende menos su despido, aunque sea esa la cultura de actuación del fútbol heleno.
-Ese 90 por ciento de los seguidores le pedía al presidente que no me echara, pero el que manda es el que manda. Me voy con el orgullo de haber puesto el nombre de este club más arriba en Europa. Olympiacos me ha permitido dirigir a un equipo en Liga de Campeones.
-Se ha dicho que otra de las causas de su despido es su hipotético enfrentamiento con Karembeu, el director deportivo.
-El enfrentamiento con Karembeu es mentira. Nunca me enemisté con él. Tengo una relación muy buena con Christian. ¡Pero si casi nunca está aquí, porque es embajador de la FIFA! Nos veíamos poco. Es imposible llevarse mal con un hombre del carácter de Karembeu.
-Ahora desea fichar por un club en el que pueda hacer un proyecto propio, con los fichajes que usted pida.
-Ese es el sueño de todo entrenador, comenzar con un equipo desde el principio de la temporada y poder comprar jugadores más que gastar. Pero no siempre se puede. Lo importante es que gané dos Ligas y una Copa con el Olympiacos y que toda Europa vio jugar bien al Olympiacos. Y eso ha quedado ahí.
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