LIGA BBVA-JORNADA 10
Arruabarrena acaba con la reacción del Rayo Vallecano
El Éibar sentencia en la recta final después de que Leo Baptistao hubiera conseguido la igualada con un doblete en dos minutos (2-3)
El Éibar se llevó los tres puntos de Vallecas ante el Rayo en un partido inédito en la élite del fútbol español que resultó frenético en el segundo tiempo (2-3). El doblete de Leo Baptistao, firmado en dos minutos de locura, no fue suficiente para que los madrileños pudieran puntuar porque en la recta final Arruabarrena, autor de otro doblete, apuntilló al equipo de Paco.
Desde el pitido inicial, los madrileños tomaron el mando del partido ante un rival que se sintió cómodo regalando el balón a la espera de robar para salir a la contra. Habituados a Ipurúa, los futbolistas del conjunto guipuzcoano se adaptaron a la perfección a las dimensiones de Vallecas y apenas concedieron ocasiones en un primer acto que resultó soso y escaso de fútbol. Sólo un disparo de Baptistao, que se envenenó al tocar la pelota en un rival, y un posterior cabezazo de Kakuta emocionaron a una grada que no despertó hasta el minuto 24, cuando los aficionados dieron por finalizada su huelga de animación en protesta por el horario fijado para el duelo ante los azulgranas.
Con las novedades de Ekiza, Lillo y Errasti en su once inicial, el Éibar se asentó atrás y asustó en las jugadas a balón parado, donde Albentosa intimidó con su altura cada vez que pisó el área. Y en un córner llegó la acción que cambió el rumbo del partido, aunque no tuvo al central como protagonista sino a Bóveda. El lateral se incorporó al remate y recibió un innecesario empujón de Nacho, titular esta noche, que el árbitro interpretó como penalti. Arruabarrena engañó al guardameta Cobeño, que instantes antes había sustituido al lesionado Toño, para adelantar a los visitantes.
Los eibarreses se crecieron a medida que avanzaba el reloj. Antes del 0-1, Piovaccari ya había perdonado en otra acción de estrategia. La pizarra funcionó en un falta ensayada que dejó al delantero solo en el área grande, pero su lanzamiento resultó cómico. Con el marcador en contra, el Rayo no consiguió mejorar su fútbol e Irureta vivió cómodo en su portería hasta el descanso.
Gol psicológico de Piovaccari
Salieron dormidos los vallecanos tras el paso por los vestuarios y lo pagaron caro. De inicio, Piovaccari ganó la espalda a los centrales y superó a Cobeño en su salida. El o-2 obligó a Paco a mover ficha y arriesgó al mandar a la caseta a Ze Castro para dar entrada a Licá y formar con una defensa de tres. El portugués pudo marcar nada más pisar el césped, pero Irureta resultó milagroso para los suyos con una gran estirada. Aquino se encontró con el rechace del guardameta y el segundo intento fue sacado sobre la línea por la defensa del Éibar. Con todo perdido, el Rayo apeló a la épica con la entrada de Manucho por Aquino y dio resultado
Piovaccari no acertó a rematar en el uno contra uno ante Cobeño y su fallo espoleó a los rayistas, que dieron la vuelta al marcador en tan solo dos minutos. Leo Baptistao marcó por partida doble (minutos 66 y 67) para llevar el delirio a la afición franjirroja. El delantero suma ya seis goles en el curso, pero esta noche no resultó suficiente para que los madrileños puntuaran.
Con veinte minutos aún por delante, el partido se volvió loco y, en ese estado, el gran beneficiado fue el Éibar. En la recta final, Arruabarrena firmaba el doblete y daba a los suyos el triunfo en su primera visita a Vallecas.