Nolito llama a la puerta de la selección
El gaditano de Sanlúcar deslumbró a España con su taconazo el pasado sábado en el Nou Camp
Actualizado:En menos de dos semanas vuelven los compromisos internacionales y con ellos la selección. El combinado de Vicente del Bosque afronta un partido de clasificación para la Eurocopa 2016 ante Bielorrusia y un amistoso de enjundia contra Alemania. Para estas dos citas ya hay dos jugadores que están destacando. Y uno de ellos es gaditano y desde el pasado sábado ha irrumpido con más fuerza que nunca en el panorama nacional después de que se marcase un taconazo de gran categoría para asistir a Larrivey en la victoria del Celta al Barcelona en el Nou Camp. Su nombre de marca es Nolito, de Sanlúcar. Al gaditano le acompaña en las quinielas Callejón, ex del Madrid de Mourinho y actual pichichi de la Serie A italiana con el Nápoles.
Pero la atención hay que centrarla en Nolito, un jugador que marcaba goles como roscos cuando defendía los colores del club de su localidad natal, el Atlético Sanluqueño. Entonces, Nolito 'jogaba gordito' pero sus goles se cantaban jornada tras jornada. Lo más cerca que estuvo del Cádiz fue para enfrentarse al filial amarillo en el Ramón de Carranza, donde deleitó con un majestuoso gol de vaselina al Cádiz B que entonces entrenaba el ahora entrenador del primer equipo, Antonio Calderón. Sería por su figura descuidada o por la mala vista de los dirigentes del Cádiz, pero el caso es que Nolito pasó desapercibido y ni tan siquiera pisó la cantera del Cádiz para hacerle una prueba, Sí que se la hizo el Valencia, que lo reclutó para militar en sus categorías inferiores. Su calidad era innata, pero a Nolito le seguía persiguiendo su desastrosa alimentación, muy lejos de la que comenzó a practicar cuando entró en La Masía. Del Valencia Mestalla pasó al Écija, equipo con el que acaparó su primera portada del Marca (nacional) tras marcarle un golito al Madrid en Copa del Rey. Y del Écija al Barcelona B, donde Pep Guardiola le puso a dieta y le señaló un camino que no ha dudado en recorrerlo.
Ansioso de triunfar, esquivó la renovación con el Barça B para probar suerte en un histórico europeo como el Benfica. Y en Lisboa dejó cantidades industriales de calidad pero le costó lo suyo adaptarse a un país extranjero aunque cercano y aceptó la llamada del Granada de Quique Pina. En la ciudad de La Alhambra siguió creciendo y su nombres, poco a poco, se fue haciendo un hueco en la información de segundo nivel. Y de Granada a Vigo, donde lleva dos años siendo el ídolo de una grada que ya reclama mediante pancartas un sitio en la selección para su jugador. Nolito viene de una familia humilde y desestructurada de Sanlúcar, pero no por ello se ha encerrado en un mundo díficil. Gracias a sus abuelos creció alrededor de un balón y ahora, con él en los pies, aporrea la puerta de una selección en horas bajas.