El desconocido Ludogorets al que se enfrenta el Real Madrid

«¿Ludo... qué?». Fue la expresión de más de uno cuando vio que el Ludogorets se enfrentaría al Real Madrid en la fase de grupos de la Champions League. Un desconocido equipo búlgaro que se convirtió en la novedad del sorteo y el protagonista de la fase previa, con el foco puesto en su defensa Cosmin Moti.

El Ludogorets debuta este año en la Champions y lo hace a lo grande, visitando campos como Anfield –donde casi arranca un empate si no llega a ser por un penalti en el último minuto– y el Santiago Bernabéu. Rivales muy superiores ante los que promete luchar como acostumbra. Es un equipo en pleno ascenso y tiene intención de hacerlo también en Europa. Hace tres años militaba en la segunda división búlgara y hoy disputa la máxima competición continental.

Es el honor de su país. Es el segundo equipo búlgaro que juega en Champions. Solo el Levski había escrito su nombre en la historia hasta que Cosmin Moti apareció para detener varios penaltis en la tanda final al Steaua de Bucarest. Nada extraordinario, salvo porque se trata del central del equipo.

El Ludogorets ha conseguido romper la barrera y acompañará en el recuerdo al Levski de Sofía que cayó en octavos de final de la temporada 1993-94. Se volvió a clasificar una vez más –en la 2006-07–, pero se fue a casa sin un punto y con un solo gol.

Ahora la Champions suma un nuevo nombre a la lista. El del Ludogorest, un modesto equipo de la ciudad de Razgrad en el que juega el español Dani Abalo y que confía en convertirse en revelación, como ya lo fue en su única participación en competición europea. En la Europa League de la temporada pasada, los búlgaros eliminaron a la Lazio antes de caer eliminados en octavos a manos del Valencia.