Fórmula 1 - GP de Arabia Saudí

Max Verstappen regresa al primer escalón

Vence en una bonita pelea a Leclerc, con Carlos Sainz tercero en el podio. Abandono de Fernando Alonso

Así está el Mundial de Fórmula 1

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Arabia Saudí deja el recuerdo del un misil, el sudor frío de un accidente sin consecuencias (Mick Schumacher) y una carrera intensa con victoria del campeón del mundo. A plena igualdad de rendimiento por vuelta entre Ferrari y Red Bull, el vigente campeón Max Verstappen se impone en Jeddah a Charles Leclerc después de una hermosa pugna a toda velocidad en desafío del peligro. Carlos Sainz suma otro podio, tercero. Su consistencia da frutos. Fernando Alonso se retiró, el Alpine se quedó vacío de energía cuando el asturiano luchaba por ser sexto.

[Resultados del GP de Arabia Saudí]

El gran premio de Arabia es una fuente de estrés. Más allá de los petrodólares y de la influencia de los países del Oriente Medio para hacer efectivos sus deseos de expansión con millones encima de la mesa, la pista de Jeddah genera una ansiedad extra a pilotos, equipos y staff de la Fórmula 1. Hay tensión en el garaje de Ferrari antes de la salida: un problema con los conductos de gasolina en el coche de Sainz colocan a los mecánicos al borde del ataque de nervios. Hay fatiga en AlphaTauri, que se queda sin uno de sus coches (el japonés Tsunoda) antes de empezar. Y cunde el nerviosismo entre todos porque es casi inconcebible en este circuito que no haya algún accidente y un coche de seguridad.

La salida con la primera curva en zig zag a izquierda y derecha aligera esa incontinencia general porque no pasa nada, no saltan alerones por el aire ni hay que lamentar agresiones de coches a los muros. Contrariamente al pronóstico, el asunto se calma y los pilotos mantienen posiciones sin cizaña ni chispas.

Manda Checo con su rutilante pole, seguido por Leclerc y Verstappen (le gana la posición a Sainz). Y la noticia salta en el equipo Alpine, medio invisible en esa zona media donde los focos no apuntan. Alonso y Ocon se enzarzan en una divertida pelea que causa dolor en la dirección de Alpine porque los dos pilotos se rozan las ruedas, pelean sin desmayo y pasan a un centímetro de los muros de hormigón. Gana la batalla doméstica Alonso, que impone galones ante Ocon, la perla de la escudería renovada por cuatro años.

El otro punto caliente es el infortunio de Checo Pérez . Latifi la vuelve a liar involuntariamente. Como en Abu Dabi cuando decidió el título a favor de Verstappen con su accidente, de nuevo se estampa contra las vallas y ocasiona un terremoto. Checo, que acaba de entrar a poner ruedas duras, se encuentra en cuarta posición cuando se abre el pit para todos para cambiar neumáticos gratis por el coche de seguridad. El azar arruina el probable triunfo del mexicano, que lo había hecho todo bien.

Algún resorte cambia en el Mercedes de Hamilton, que se plantea la remontada con éxito. El coche que antes gobernaba ya no es el único y tiene que ganarse la vida en la panza del pelotón, donde los cuchillos vuelan. Está a punto de concretarse una pelea entre Hamilton y Alonso por los viejos tiempos cuando el Alpine empieza a toser. Carraspea primero y se bloquea después. El coche de Alonso se queda en cuarta velocidad y no avanza. Llega llorando al callejón de garajes con Alonso dándose golpecitos en el casco, señal de la fatalidad. De pronto una epidemia convulsiona a varios autos: también abandonan el McLaren de Ricciardo y el Alfa Romeo de Bottas.

Retirado Alonso, queda la esperanza española de Carlos Sainz, pero se desvanece pronto. Desalojado Checo , la carrera se reduce a una bonita pugna entre Verstappen y Leclerc, los jóvenes talentos por los que han apostado Red Bull y Ferrari. Lucha hermosa, con limpieza en las maniobras y malas pulgas siempre del holandés protestón.

El DRS concede ventajas y espectáculo. Ambos se adelantan con el aplique del alerón inclinado que proporciona más velocidad en las zonas señaladas. Leclerc es más astuto, Verstappen más voraz. La igualdad de coche es total. No hay grandes diferencias entre el Ferrari y el Red Bull. Y en la ruleta rusa de Jeddah, la bolita cae en la casilla de Verstappen, que recupera el aliento y firma su primera victoria del año.

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