Una ruina para Ferrari

Fue una ruina para Ferrari. Allí donde se anunciaba otra sesión de tedio, bostezos en la Fórmula 1 si nada lo cambia, Mercedes alunizando sobre todos los circuitos del planeta, compareció una sorpresa. Algún botón mágico procedente de las neuronas de algún ingeniero anónimo proporcionó una salida estratosférica a Ferrari. Estampida en rojo y nueva vida en la F1. Los dos coches rojos abrumaron a la competencia con el semáforo verde, dejaron sentados a los Mercedes y se encaminaron hacia la victoria en la primera carrera del año. Sucedió que Alonso vivió un accidente tremendo, pavoroso, y aquello quedó paralizado. El coche de seguridad y una mala estrategia de Ferrari al arriesgar con los neumáticos arruinaron la carrera de Vettel, que ya veía vencedor en Albert Park. Rosberg aprovechó el rebote y logró la victoria en un inesperado doblete con Hamilton, segundo. Carlos Sainz fue noveno .

Todo cuenta en la Fórmula 1, un deporte que parece atrapado en la ingeniería aeronáutica y la velocidad de los coches. Cuenta la estrategia y, sobre todo, la salida. Por ahí parece haber descubierto un filón la escudería Ferrari. Fue impactante la puesta en escena de los dos coches rojos, al desbordar sin mayor problema a sus rivales Mercedes.

La carrera tuvo el resultado de siempre, con la victoria de los Mercedes, pero en la trama se apreciaron detalles que tal vez no indiquen un rodillo para este año. Hamilton dijo por la radio que « no puedo superar a este tío». Ese tío era el Toro Rosso de Verstappen, un bólido de la zona media al que el campeón del mundo no alcanzaba por ritmo ni velocidad. Tampoco Rosberg apabulló a nadie, mucho menos a los Ferrari, que amenazaron con un doblete hasta que se rompió el motor de Raikkonen y el coche de seguridad por el accidente de Alonso paralizaron el paseo de Vettel.

Al agruparse todos los coches, Ferrari buscó una estrategia más agresiva con los neumáticos y el asunto le salió rana. Encalló y tanto Rosberg como Hamilton rebasaron a Vettel.

Carlos Sainz peleó valiente contra las ambiciones de Verstappen y salió triunfante. « Dejadme probar» , decía el holandés por la radio a la estela del español. Acabó noveno Sainz, puntos interesantes en un coche al que se le detecta el potencial. Magnífico el debut de Haas, un nuevo proyecto llegado de Estados Unidos al que Grosjean condecoró con una fabulosa sexta posición. «Es una victoria, nuestra victoria», gritó el francés en Albert Park.