Gran Premio Bahréin
Dos de dos para Rosberg
Gana la segunda carrera del año por un choque de Hamilton en la salida. Un punto para el sustituto de Alonso. Sainz, eliminado
El prólogo de la Fórmula 1 en 2016 pertenece a Nico Rosberg, autor de dos victorias en dos carreras sin réplica. En realidad, desde que Hamilton conquistó su tercer título el año pasado en Austin (Texas), la Fórmula 1 se ha plegado a los deseos de Rosberg, que junta cinco triunfos en línea. Es el piloto con más éxitos (16) que nunca ha ganado el Mundial . En Bahréin hubo una carrera movida, interesante lucha sobre todo al principio y un detalle lamentable de Sebastian Vettel, que se marchó del circuito antes de que acabase el gran premio, enfadado por la rotura del motor de su Ferrari en la vuelta de formación. Carlos Sainz se retiró .
Sin Alonso en órbita y sin televisión en abierto, la Fórmula 1 regresa a su cubículo de neumáticos blandos, súper blandos, medio blandos y casi blandos en los que, por exceso de celo, se suelen mover sus protagonistas. Demasiada válvula, sobredosis de garaje y aceite para un deporte que había entrado en dimensión planetaria: a mucha gente le sedujo el espectáculo de coches y pilotos peleando por ser más rápidos.
En ese escenario constreñido, la primera vuelta fue una maravilla de emociones. A Hamilton se lo llevó por delante Bottas, Sainz tocó con Sergio Pérez, Raikkonen se quedó clavado en la salida, Rosberg tomó el mando... En realidad, la carrera se ventiló para los grandes en esa estampida.
El motor Ferrari del coche de Vettel comenzó a arder cuando se dirigía a la línea de salida y la respuesta del iracundo alemán se apreció en toda su dimensión una hora y cuarto después. Cogió el petate y las de Villadiego, puerta de emergencia y hasta luego. Sin acabar el gran premio, se encaminó a su hotel en un clamoroso «ahí os quedáis» dirigido a los mecánicos que aprietan tuercas en su coche, a los ingenieros que buscan soluciones, a los patrocinadores que pagan su estimable sueldo de estrella y a los millones de aficionados ferraristas que siguieron el vuelo de Kimi Raikkonen hacia el podio.
Ganó Rosberg porque no cometió los fallos que suele cuando tiene presión, otea en el horizonte el título mundial o adivina la sombra de Hamilton a su espalda. Buen trabajo del frío alemán criado en Mónaco.
Carlos Sainz chocó contra el coche de Sergio Perez y su tarde bahreiní fue de mal en peor. Tuvo que cambiar ruedas por el pinchazo, alguien se equivocó en con la pistola aprieta-tuercas y se difuminó en la última posición sin ningún objetivo a la vista. Terminó retirándose por aburrimiento y por ahorrar kilómetros al motor Ferrari de su Toro Rosso.
Buen rendimiento para el sustituto de Alonso. Stoffel Vandoorne acabó décimo y consiguió un punto con el McLaren en su debut en la F1. Desparpajo claro del belga. Button se retiró en la vuelta, algún chispazo en el motor Honda del McLaren que generó una cara de circunstancias en Alonso. El panorama ha cambiado. Pareció más una excepción que la regla del año pasado. Vandoorne lo confirmó con su pequeña conquista.
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