Fórmula 1
Mónaco, el único GP que no paga a la F1, se cae del Mundial
La Fórmula 1 es un deporte de orientaciones muy claras. Cualquier enfoque lleva al dinero, a sus matices económicos. Y el coronavirus que está cambiando la percepción del mundo trae, sobre todo, consecuencias financieras. Entre la Fórmula 1 y la Federación Internacional (FIA) han apretado el botón de apagado. Como si estuviéramos en verano, cuando la estricta reglamentación de este deporte obliga a las escuderías a cerrar sus fábricas durante al menos dos semanas en agosto para evitar descompensaciones en la evolución de los coches. Se espera con esta medida que en las vacaciones estivales puedan ubicarse las carreras que se han aplazado, suspendido o cancelado porque no se sabe ya cómo queda caso. Ayer cerraron los grandes premios de abril: Holanda, España y Mónaco .
Como mínimo, si mejora la evolución de la pandemia, el curso de Fórmula 1 empezaría en Bakú (Azerbaiyán) el 7 de junio. Cuestión que nadie puede anticipar porque la propagación y sus secuelas son impredecibles. Se han anulado las siete primeras carreras.
El receso programado para cada verano de vacaciones, generalmente dos semanas en agosto, significa que las escuderías deben cesar por contrato toda actividad relacionada con las carreras y cualquier añadido respecto al coche. Este apagón, que la gente de la F1 aprovecha para irse a la playa, se ha trasladado en 2020 a marzo y abril y se amplía hasta los 21 días. Si todo va bien, será un año sin vacaciones , cuestión que el personal dará por bien empleado si cesan los efectos del coronavirus.
«Todos los competidores deben aceptar un período de cierre de 21 días consecutivos durante los meses de marzo y/o abril», expresó la FIA.
Ferrari confirmó oficialmente que cerraría su factoría de Maranello desde ayer 19 de marzo al 8 de abril . Alfa Romeo comunicó cesaría la actividad en sus instalaciones del 23 de marzo al 13 de abril. Red Bull planeaba echar el cierre desde el 27 de marzo al 17 de abril, probablemente. Y así, el resto de las escuderías. Todas votaron por unanimidad la medida en una reunión por teleconferencia. Cerrar las fábricas en un momento en que no están compitiendo ahorrará dinero a los equipos, sobre todo en gastos generales. Cada semana extra de parón será un beneficio financiero adicional.
Mónaco, desde 1954
La pretensión es que el campeonato discurra a partir de las vacaciones de verano tradicionales. Si la pandemia afloja, las carreras pospuestas se distribuirían en ese período, lo que repercutiría en beneficios económicos para los equipos por derechos de televisión, reparto de premios al final de curso y la inversión de los patrocinadores.
La primera herida del virus afecta a Mónaco, la única carrera que no paga un canon a los dueños de la F1, sino que recibe todos los beneficios. Está cancelada y no se disputará este año . Como siempre, el último domingo de mayo. Desde 1954 se venía disputando sin interrupción esta cita, uno de los símbolos de la F1.
Holanda, que regresaba esta campaña al calendario por el impacto de Max Verstappen con los patrocinadores, se aplaza. Lo mismo que el Gran Premio de España, sede con abolengo en este deporte desde 1991. «Se tomará el tiempo que necesiten para estudiar la viabilidad de posibles fechas alternativas para cada Gran Premio más adelante si la situación mejora», comunicó la F1.
Los nuevos coches, en 2022
Otra consecuencia del virus es que las nuevas normativas de la Fórmula 1 que iban a entrar en vigor en 2021 se han pospuesto a 2022. La regulación más importante hacía referencia a la limitación de los gastos de los equipos del Mundial con el objetivo de favorecer carreras menos previsibles y cerradas y de permitir que los monoplazas se adelanten más fácilmente.
Los nuevos coches previstos, en teoría con menos complejidad técnica para favorecer la igualdad en la parrilla, tendrán que esperar doce meses más.