Fórmula 1
Carlos Sainz consigue su primer podio en la Fórmula 1
El español, que salió el último, se beneficia de una sanción a Hamilton. Victoria de Verstappen. Desastre de Ferrari
Muchas tardes la Fórmula 1 se empeña en demostrar los motivos que lo convirtieron hace muchos años en un espectáculo planetario, que llena circuitos, atrae a las grandes multinacionales y convoca a millones de espectadores ante el televisor. Para ello tienen que confluir detalles y situaciones como las de este domingo en Interlagos. Una locura total, bendita sensación de espectáculo y un gran resultado para el español Carlos Sainz, tercero en el trazado de Interlagos saliendo desde la última plaza después de una enorme remontada y de una sanción de cinco segundos a Hamilton. El español no pudo disfrutar del momento en el podio, al que accedió Hamilton, pero en su palmarés ya tiene un podio con la F1. Esa mezcla de emociones, hachazos, accidentes y coches de seguridad desembocó en un podio insólito. Victoria de Max Verstappen, segundo puesto de Pierre Gasly con un Toro Rosso y tercero Carlos Sainz. Los dos Ferrari se quemaron a lo bonzo, fricción entre Vettel y Leclerc que acabó de mala manera. Una media hora final digna de enmarcar.
Fue la carrera del año concentrada en una pista añeja y auténtica, alejada de las modernidades de los ángulos de 90 grados. Un serial magnífico que en las últimas diez vueltas elevó la F1 a aquellos niveles de popularidad que convertían a Sao Paulo en el epicentro del deporte cuando allí se decidían los títulos.
Fue con el segundo coche de seguridad, una resalida impactante, resolución al sprint de un gran premio que ya era electrizante y que desembocó en demencia colectiva. Los dos Ferraris se enzarzaron en una pelea a campo abierto que acabó con los dos bólidos fuera de carrera. Leclerc rebasó a Vettel y el veterano herido jugó con malas artes. Al tratar de devolverle la jugada, giró levemente el Ferrari número 5 y rozó el neumático de monegasco. De repente, los dos monoplazas dibujaron una estampa trágica, las ruedas deshilachadas y la bronca descomunal por radio, buscando culpables. Otro sinrazón de Ferrari, como aquel choque entre Vettel y Webber en Red Bull.
Carlos Sainz, que había salido el último, avanzó dos puestos de repente. Sensacional su remontada, brillante su cadena de adelantamientos, su defensa de las posiciones y la estrategia de McLaren, que acertó al dejarlo en pista con el segundo coche de seguridad. El madrileño, que ya visualizaba un sexto o séptimo lugar, estupendos ambos, se vio quinto.
Quedaba lo mejor, un pulso entre tres motores Honda (Verstappen, Gasly y Albon) en cabeza de carrera frente al campeón Lewis Hamilton. El inglés trató de merendarse a Albon y hubo impacto entre ambos a falta de dos vueltas. Hamilton siguió con el frontal dañado y el tailandes de Red Bull se quedó rezagado, perdido en el pozo. Sainz avanzó entonces a la cuarta plaza.
Hamilton aún intentó devorar a Gasly, quien le aguantó hasta la recta de meta en una especie de fotofinish ciclista que provocó la locura para el francés, autor de un increíble segundo puesto.
Los comisarios llamaron a declarar a Hamilton por el choque con Albon, y a partir de ese momento Carlos Sainz empezó a saborear la posibilidad de su primer podio en la Fórmula 1. El protocolo del podio se realizó con Hamilton en tercer lugar, quien finalmente fue sancionado con cinco segundos por su acción con Albon. Y Sainz escaló así a su primer podio, coronando una tarde memorable para él.
«Al margen de si hay podio o no, nos ha salido todo perfecto -resumió Carlos Sainz-. Me imaginaba que podía ser décimo o noveno si hacía una carrera perfecta, pero me ha salido absolutamente todo y estoy encantado».