Gran Premio de Austria
Hamilton gana en el descuento
Superó en la última vuelta a Rosberg, que intentó echarlo de la pista. Otro abandono de Fernando Alonso
Desenlace frenético en la Fórmula 1, epílogo de una carrera anodina en Austria. Hamilton ganó al sprint, en la última vuelta, sin salida casi en el callejón. Obra maestra del inglés, quien superó a su compañero Rosberg en la última frenada potente de la carrera. Rosberg jugó sucio, intentó echarlo de la pista y la jugada le salió rana. Perdió la victoria, el podio y una batalla moral ante un piloto superior. Alonso abandonó cuando estaba en los puntos.
Uno de los alicientes de la cita en el Red Bull Ring fue la estancia de Jenson Button en el núcleo duro del pelotón. Con un McLaren rodó siete vueltas en segunda posición de la carrera. Rodar con un McLaren en la cabeza de la Fórmula 1, sin que llueva o se hayan retirado casi todos los demás, es casi la noticia del año.
Aguantó más de lo previsto Button en esa tesitura. Solo tenía a Hamilton por delante y a una jauría por detrás. Cuando Raikkonen se decidió a recordar al piloto que fue, Button disipó de su mente ese minuto de gloria. Empezó a caer hasta que la lógica de la mecánica le puso en sitio. Séptimo, octavo y por ahí .
Como no hay arreglo para dotar de alguna emoción a la F1 y aniquilar la tiranía de Mercedes, Ferrari dimitió por accidente. Explotó una rueda del coche de Vettel en una escena que resultó inquietante, el Ferrari de un lado a otro de la pista descontrolado. Los neumáticos Pirelli fallaron otra vez.
También abandonó Alonso . Lo hizo a cinco vueltas del final, cuando luchaba por los puntos y parecía entregado a esa conquista menor. De nuevo falló la montura. Otro domingo más.
La radiografía de la carrera derivó en un nuevo pulso entre los dos Mercedes, tan superiores que aburren al personal. Los cerebros grises del equipo alemán perjudicaron de alguna manera a Hamilton, al hacerle entrar en el garaje demasiado tarde, cuando sus ruedas estaban muertas.
Aun así Hamilton dio caza a Rosberg y regaló dos vueltas electrizantes, las últimas, las mejores del GP. En el último giro, el inglés se la jugó a cara o cruz en la penúltima frenada. Todo o nada. Hamilton se puso en paralelo, rebasó a Rosberg y cuando iba a girar hacia la derecha se encontró con el volantazo de su compañero, que intentó sacarlo de pista.
La jugada le salió de pena a Rosberg, ya que perdió el alerón delantero, perdió de vista a Hamilton y fue superado, con el coche a medio gas, por Verstappen y Raikkonen. Duro contratiempo para Rosberg, siempre con la amenaza de un piloto superior al otro lado del garaje.
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