Gran Premio de Singapur
Hamilton se escapa en Singapur
El inglés gana la carrera nocturna y se distancia de Vettel en el Mundial. Alonso, séptimo
Singapur es uno de los legados de Bernie Ecclestone para la Fórmula 1, su pervivencia como lo exclusivo, delicatessen que enamoró a todo el mundo en la caravana de este deporte. Carrera nocturna, singular y diferente que se disputa por las calles de la ciudad-estado y que poco o nada se parece a las otras citas del calendario. En esa ratonera de luz, imposibles los adelantamientos, tortura para la mecánica, venció el de siempre, Hamilton, el piloto que está marcando una época.
Hamilton venció en Singapur y se escapa en el Mundial ante su enemigo Sebastian Vettel (40 puntos de ventaja). Camino de su quinto título, el inglés lo hizo perfecto, jerarca que domina todas las suertes de la Fórmula 1.
La salida no generó el habitual maremoto, allí donde el año pasado chocaron los dos Ferrari y dimitieron del título, donde siempre pasa algo no pasa nada esta vez. Vettel adelantó a Verstappen y poco más por lo que se refiere a la cabeza.
En ese trance se vio que no iba a ser el día de mexicano Checo Pérez , quien molestó a su compañero Esteban Ocon y lo empujó contra el muro. Más tarde hizo lo propio con el ruso Sirotkin.
La carrera tuvo poca sustancia, más allá del coche de seguridad inicial y de los cambios de ruedas que alimentaron alguna emoción, sobre todo por parte de Verstappen , siempre ambicioso. El holandés rebasó a Vettel en la parada y casi consigue lo mismo con Hamilton en una especie de match ball que tuvo mediada la carrera gracias a los doblados.
Fernando Alonso consiguió en un momento vuelta rápida en carrera, lo que da idea de la profesionalidad del español siempre y en toda circunstancia, pese a que no está en condiciones de pelear por nada. Fue el mejor del resto del mundo, séptimo, por detrás del trío gobernante, Mercedes, Ferrari y Red Bull.
A su vera, siempre cerca, Carlos Sainz, octavo y competente con el Renault en una prueba notable por su parte.