Fórmula 1
Hamilton contagia su activismo a Mercedes
La escudería creará una fundación a favor de la diversidad tras el acuerdo de renovación
Después de desayunar celebrando el ingreso de Tom Brady en «el club de los 7» (siete títulos de Fórmula 1 para él, siete Super Bowls para su amigo de los Buccaneers), Lewis Hamilton se calzó los esquís para su exigente entrenamiento diario en las montañas de Colorado. Allí, junto a la estación de Vail, templo de los deportes invernales en los Estados Unidos, es donde el británico ha pasado los últimos meses moldeando su cuerpo y poniendo en paz su mente. Un lugar idílico en el que reflexionó por última vez para dar el visto bueno definitivo a la renovación de su compromiso con Mercedes .
Se acaba un tira y afloja que tenía en vilo al Mundial. Hamilton, la superestrella que ha dominado con puño de hierro las últimas temporadas, estaba sin contrato a un mes de que arrancaran los motores en la pretemporada de Bahréin. De un acuerdo que se daba por seguro al ganar el inglés su séptima corona, se pasó a la incertidumbre y la zozobra cuando el británico se contagió de coronavirus. George Russell demostró que con talento y un poco de rodaje no hace falta cubrir de millones a un piloto para convertirle en ganador.
Al final llegó el 1 de enero y se extinguió el contrato, por lo que ha hecho falta bastante mano izquierda y ciertas concesiones de ambos para que se sellara un acuerdo anunciado con menos alharaca de las que cabría imaginar. A Hamilton no le ha quedado más remedio que renunciar a su idea inicial, un contrato de cuatro años y una cifra cercana a los 200 millones de euros, para conformarse con un solo año y una remuneración similar a la que ya tenía (unos 45 millones anuales). Suficiente, en todo caso, para asaltar el sueño del octavo título. Daimler , matriz de Mercedes, no estaba por la labor de hacer semejante desembolso en plena fase descendente del ciclo económico.
Diverso e inclusivo
A cambio, Mercedes acepta contagiarse del espíritu reivindicativo que invade a Hamilton desde el inicio de la pandemia y hace suyas las inquietudes de su campeón. Juntos crearán una fundación destinada a fomentar la diversidad y el carácter inclusivo del automovilismo. Se trata, en palabras del fabricante alemán, de «una parte importante del nuevo acuerdo». «Estoy agradecido de que Mercedes haya apoyado mi llamada para abordar este problema», explicó el piloto, que ha hecho de la causa racial uno de los motores de su vida. El año pasado ya obligó a su equipo a pintar de negro las flechas plateadas tras la muerte de George Floyd y tiene entre ceja y ceja que haya más corredores negros en la parrilla.
Falta por saber qué ocurrirá en 2022, pues el pacto es tan exiguo que obligará a Toto Wolff a sentarse de nuevo con Hamilton el próximo verano para valorar la continuidad del campeón. Russell, y también Verstappen, seguirán atentos a cualquier noticia.