Fórmula 1
La Fórmula 1 se arriesga a un año sin carreras
La dificultad para movilizar por el mundo a una población tan dispersa pone en peligro los grandes premios
Tomando todas las precauciones sanitarias y de distancia social, será posible celebrar partidos de fútbol sin público en el Santiago Bernabéu o el Alfredo di Stefano. También se puede decidir una liga de baloncesto en un torneo exprés, con todos los equipos españoles aspirantes. Incluso regular torneos de tenis a puerta cerrada, cada jugador a un lado de la red. Lo que resulta peliagudo y laborioso en estos tiempos de crisis del coronavirus es organizar carreras de Fórmula 1 en diferentes puntos del planeta con estructuras de equipos de 100 trabajadores cada una y la logística precisa para desplazar material y el viaje en avión de personas transitando por los aeropuertos. La movilidad internacional pone en riesgo de año vacío a la F1, que no encuentra un patrón al que agarrarse y no ha definido cuándo podrá empezar, si lo hace, la temporada.
Debería ser el análisis de una campaña en remodelación de la parrilla en la que se preveían movimientos semanales en los despachos, negociaciones a granel y finalmente traspasos de pilotos de una escudería a otra . Podría ser el preámbulo de un hito: Lewis Hamilton puede alcanzar a Michael Schumacher en la cima de este deporte. Siete títulos si gana otra vez. Se podría auscultar la talla de Carlos Sainz, sexta temporada en la F1 a bordo de un coche de mitad de tabla (McLaren) con el que debe dar más pasos adelante. Pero lo que hay es indefinición y angustia porque el año se difumina en la Fórmula 1.
Las nueve primeras carreras han sido canceladas (Australia, Mónaco) o pospuestas (Bahréin, China, Vietnam, Holanda, España, Azerbaiyán y Canadá). Francia (28 de junio) caerá sin duda. Y Ross Brawn, el director técnico de la F1, dice que el curso podría arrancar a mitad de julio. Una hipótesis que cuesta ver: 18 carreras en vez de las 22 programadas. «Para un Mundial, es necesario un mínimo de ocho carreras según los estatutos. Este mínimo podría alcanzarse si comenzamos en octubre. Es el punto crítico», dice Brawn.
Austria y Silverstone
Seis de las diez escuderías de Fórmula 1 tienen su sede, sus fábricas, en Inglaterra. Mercedes, Red Bull, McLaren, Renault, Racing Point y Williams. Y muchas están a pocos kilómetros del circuito de Silverstone, entre Oxford y Northampton. Una de las opciones que se ha barajado consiste en disputar dos grandes premios en Silverstone , sin público, para empezar el año. El circuito británico se ha ofrecido como receptor y, original, deslizó la idea de acoger la segunda carrera en el sentido inverso del trazado, para evitar que los dos grandes premios fueran iguales.
En los últimos días, la materia gris de este deporte ha concentrado sus pensamientos en el circuito austriaco de Red Bull Ring, propiedad del dueño de las bebidas energéticas. Se examina el plan de dos carreras a puerta cerrada, sin invitados vip ni medios de comunicación, y tratando los equipos de reducir al máximo su personal (45 personas por escuadra).
Se pretende que los trabajadores de la F1 estén aislados de la población que habita cerca del circuito, confinados de alguna manera en los hoteles aledaños. Vivirían allí quince días si cuajara el plan de iniciar el Mundial entre el 5 y el 12 de julio. Por supuesto, se vería a mecánicos con mascarillas, a ingenieros con pantallas protectoras y guantes, como el resto de los ciudadanos del mundo. El alma mater de Red Bull, Helmut Marko, lidera este proyecto para inaugurar la F1 en 2020.
Para el promotor de la F1, propiedad del grupo estadounidense Liberty Media, la cancelación de eventos presenta múltiples costos: tasas a los circuitos por acoger los grandes premios, derechos de televisión , patrocinio, actividades vip, carreras de apoyo… Para los equipos privados tipo Haas, Alpha Tauri o Williams, que viven del patrocinio y los derechos comerciales pagados por el promotor y no de una multinacional del automóvil como Ferrari, Mercedes o Renault, el riesgo de quiebra financiera es mayor.
Las pérdidas
«Los contratos están diseñados de tal manera que perdemos ingresos proporcionalmente si no se disputan las carreras, porque la cantidad acordada se reduce», explica Franz Tost, director gerente de la escudería Alpha Tauri. «Si no disputamos un gran premio, nos cuesta entre 1,5 y 2 millones» , aporta como dato a tener en cuenta sobre la sostenibilidad de los equipos pequeños.
La movilidad de personal y material procedente de países con medidas diversas respecto al Covid-19 complica todo. Baste un ejemplo. Mercedes, el equipo campeón, desplaza a unas 120 personas a cada carrera. Mueve 60 toneladas de equipaje y material , 40 por aire y 20 por mar, según datos facilitados por la propia escudería. Entre otras cosas, 22 pistolas de ruedas, 40 llantas, 47 cajas de herramientas, 70 cajas de equipamiento, tickets y publicidad, 400 tuercas, 500 tornillos, dos kilómetros de cable, 54 kilos de pegatinas...
Detrás de la velocidad y los tiempos por vuelta existe un mundo de la logística. « Puedo ver desaparecer hasta cuatro equipos si esta situación no se maneja de la manera correcta», alarmó Zak Brown, jefe de McLaren, en la BBC.
