Gran Premio España

La crueldad de la Fórmula 1, en la cara de Daniil Kvyat

El ruso explica en Montmelo, con un semblante terrible, cómo se enteró de su despido de Red Bull y su descenso a Toro Rosso

J. C. CARABIAS

La crueldad de la Fórmula 1, sus maneras despiadadas en las que todo vale, se reflejó en la cara de Daniil Kvyat, piloto ruso que ha sido descendido y degradado. Ha pasado de Red Bull, el coche pata negra, a Toro Rosso, el filial de la marca, para dejar sitio a la promesa de nuestros días, el holandés Max Verstappen. Dieron rueda de prensa conjunta seis pilotos, Alonso, Hamilton, Magnussen, Carlos Sainz, Verstappen y Kvyat. Solo este último y por motivos lógicos, parecía asistir a un funeral.

El semblante adusto, lleno de vinagre y ansiedad, los ojos vidriosos y una rabia contenida en cada respuesta. Nunca imaginó Kvyat que despertaría tanta atención en la Fórmula 1. Tres pilotos del emporio Red Bull, en la primera línea, y dos campeones del mundo, Alonso y Hamilton, jugando con el móvil en la parte trasera, ya que casi no había preguntas para ellos.

Así se enteró Kvyat que le habían bajado de categoría. «Estaba en mi casa de Moscú, recostado en el sofá y viendo una serie de televisión. Recibí una llamada telefónica y dijeron 'Hola, hay noticias para ti'. Tuvimos una conversación de 20 minutos y yo quería una explicación real. Me enteré de muchos detalles interesantes, pero me los guardaré para mí por ahora. Fue el Dr. Helmut Marko (consejero de Red Bull) el que hizo la llamada. Terminamos de hablar y regresé a terminar de ver la televisión. Era Juego de Tronos. Eso es todo».

Le hablaron de presión a Kvyat, protagonista de la F1 en Barcelona. El ruso se defendió. « ¿Presión? Hablando de presión, he estado siete años siendo parte de la familia de Red Bull y no veo eso como un gran problema. Otras personas a mi alrededor también tuvieron presión. No pienso que haya sido una gran explicación para ser sincero».

Verstappen, a su lado, con cara de robot y una prominente nuez que sobresale en su cuello, hablaba de felicidad y oportunidades. «Si eres feliz, seguro que progresas. Y yo estoy feliz por la oportunidad que me han dado».

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