Fórmula 1
Carlos Sainz penetra en el interior de Ferrari
Da sus primeros pasos y descubre la dimensión del equipo, mientras medita irse a vivir a Italia cerca de la fábrica
Mediada la temporada de Fórmula 1, con Ferrari de ridículo en ridículo, una pena de curso porque el motor estaba mal concebido y no hubo forma de evolucionarlo hasta el último tramo del año, el presidente de la compañía, John Elkann, calmó las aguas bravas de la prensa italiana de Fórmula 1, tremendista y futbolera, con una entrevista en la que venía a decir que ya habían dado con el problema, que el año remontaría y que el plan para 2021 era inmejorable con Ferrari de nuevo en posición de ganar. Política y medios de comunicación al servicio de un tótem en Italia, algo tan propio como la pasta, la pizza o la vespa. Ferrari es eso. La selección nacional del orgullo representada por un automóvil. Por ahí ha penetrado Carlos Sainz, sustituto de Vettel, futuro compañero de Charles Leclerc y pasajero de un transatlántico que mueve montañas en la F1. El madrileño ya ha visitado la fábrica, ha tomado contacto con dirigentes e ingenieros y medita vivir en Italia, cerca de la factoría de Maranello. Ayer en Madrid, dijo ante la prensa: «Ferrari y ganar son dos palabras que van unidas».
Carlos Sainz es amante de las tradiciones. Como tal, ha convertido el encuentro navideño con la prensa en un punto de cordial despedida del año. Karts, charla y cervezas previo paso por los test de antígenos . Desde sus primeros pasos como comunicador en Toro Rosso a su tránsito a un gigante como Ferrari, el piloto ha ganado en poder de convocatoria. «Bueno, hoy casi hemos llegado al pleno en el aforo», comentó antes de sentarse a una rueda de prensa, rodeado de cámaras y periodistas como pocas veces.
Un tipo con colmillo
Detrás de su apariencia de tipo modélico, que no ha roto un plato en su vida, Sainz muestra el colmillo que exhibe en los circuitos. «Habrá dos tandas en los karts, los buenos y los paquetes –ríe divertido, mientras invita a participar a los periodistas en el karting de su familia–».
Sainz ya ha visitado la fábrica de Maranello, donde Ferrari fabrica los coches más famosos del mundo. Tiempo para el protocolo de las presentaciones, las primeras sesiones de fotos y la toma de contacto. No para descubrir los motivos por los que el Ferrari 2020 fue una calamidad. «No pude entrar en el detalle , lo haré en enero y febrero cuando pase más tiempo en Italia, intentaré echar una mano para revertir la situación», cuenta el madrileño.
Sainz habrá empezado a comprender que Ferrari es algo parecido al Real Madrid en España, permanente foco de polémicas, comentarios, rumores, dimes y diretes. «Pues yo espero seguir siendo el mismo –comenta–. Es la clave para progresar en la F1. No hay nada que me asuste ni tengo que cambiar mi forma de ser ni mi personalidad, seguiré haciendo las cosas como hasta ahora».
En esa línea de descubrimiento de su nuevo equipo, Carlos Sainz impone su estatus conquistado durante años en la F1. «Voy a Ferrari en igualdad de condiciones que mi compañero »; «El objetivo es que sean dos años buenos, en la dirección correcta, voy a Ferrari sin fecha de caducidad, para crear mi ciclo»; «Con Leclerc siempre me he llevado bien desde que llegó a la F1, y espero que así sea».
Todas las preguntas para Sainz volaron sobre su futuro deportivo en Ferrari, salvo dos relativas a Fernando Alonso , compañero de parrilla en 2021. «Renault ha tenido el tercer mejor coche en muchas carreras, han hecho tres podios y Fernando puede hacer lo de Ricciardo o más. Si Renault sigue dando con la tecla, Alonso puede estar arriba».