La asombrosa transformación de Lewis Hamilton

Del talento al volante de Lewis Hamilton no duda nadie. Ha sido así desde su sorprendente debut en la Fórmula 1 en 2007, en donde siendo un novato peleó el campeonato hasta el final con Kimi Raikkonen y Fernando Alonso. Sus tres coronas mundiales, las dos últimas de forma consecutiva, le sitúan de nuevo como el máximo favorito al título en el Mundial que arranca en Australia el próximo 20 de marzo.

Sin embargo, la conducta que ha adoptado Hamilton en los últimos meses preocupa en Inglaterra y hacen dudar de las posibilidades de su piloto más allá del desempeño de sus rivales. Un breve paseo por sus redes sociales describen a un Hamilton más preocupado por su actividad social que por su profesión. Fotos con famosos y selfies hedonistas, exaltación de la riqueza, fiestas... El día a día de Hamilton es un no parar, y bien que se encarga él de hacerlo saber a todo aquel que quiera seguir sus andanzas.

A eso hay que unir un evidente cambio físico que comenzó en 2014 y que se ha ido acrecentando desde finales de 2015. Todo comenzó cuando Hamilton apareció en Monza con el pelo teñido de rubio . Una pequeña boutade en aquel momento que, sin embargo, se ha ido acrecentando en las últimas semanas.

Ahora Lewis Hamilton presenta un aspecto muy diferente con el que el mundo le descubrió en 2007. El hijo del ferroviario se ha transformado en estrella de rock, motivo suficiente para que en su país salten las alarmas. «Parece una locura dudar de el piloto que ha ganado los dos últimos campeonatos, pero es lógico preguntarse a dónde está dirigiendo sus energías», comenta David Coulthard, expiloto de McLaren y Red Bull, entre otros, en declaraciones recogidas por grandprix247.com .

«El año pasado tuiteaba que estaba aquí, allá y en todas partes entre las carreras, y pensé: 'Maldita sea, le van a aniquilar'. Fue justo antes de una carrera en la que Rosberg le derrotó», le secunda Damon Hill, campeón del mundo en 1996.

También hay quien cree que esa intensa vida social no pasará factura a Hamilton. Alex Wurz, también expiloto de McLaren, coincide en que el británico lleva una vida ajetreada y ostentosa, pero no cree que influya en su rendimiento: «Mientras rinda, está bien. Ha elegido presumir de su riqueza, de sus aviones y de su estilo de vida y es muy calculador porque al hacerlo está estableciendo su posición como una estrella mundial».