fórmula 1 - gp japón
Pole de Rosberg en el tremendo golpe de Kvyat
El ruso estrelló con violencia el Red Bull contra las protecciones y salió sin daño. Alonso, decimotercero
Un mal de ojo persigue al Gran Premio de Japón y sus entusiastas y educados seguidores que madrugan para dar la bienvenida a todo el mundo, mecánicos, ingenieros, pilotos, empleados de los equipos. El año pasado se estrelló Jules Bianchi con fatales consecuencias y este sábado se vivió otra escena sobrecogedora al golpearse con violencia Daniil Kvyat contras las protecciones . No hubo daños, salvo el Red Bull destrozado. El piloto ruso se encuentra bien. En esas circunstancias se paró la clasificación y el mejor tiempo correspondió a Rosberg, que saldrá el primero por segunda vez esta temporada. Hamilton le acompaña en la primera línea en otra abrumadora sesión de Mercedes. Lo de Singapur solo fue un mal sueño. Fernando Alonso dijo haber realizado «la mejor vuelta» de su vida en Suzuka, pero ese destello solo le sirvió para clasificarse decimocuarto. Saldrá decimotercero por una sanción de Hulkenberg. El motor Honda sigue lastrado. «No hay ninguna opción para la carrera», confesó el asturiano.
Después del paréntesis, del oasis, de Singapur (victoria de Vettel, los Mercedes hundidos, una carrera diferente), la Fórmula 1 regresa a la rutina en el país del sol naciente, donde todo el mundo es idolatrado por los japoneses. Los Mercedes alcanzaron la primera línea fumando, sin aparente esfuerzo. Regreso a la monotonía de la F1.
Nadie pudo luchar contra ellos. Ni los eufóricos Ferraris ni los Williams y tampoco los Red Bull que volaron en Singapur. Nada. Resuelto el pronóstico. Ganará Rosberg o Hamilton, si ninguno se equivoca.
A Verstappen se le paró el Toro Rosso y llegó al box enfadado el adolescente, con el casco puesto. Muchos humos en ese piloto lleno de talento. A Carlos Sainz le pusieron unas ruedas que le provocaban vibraciones en el coche. «Siempre pasa algo», se quejó el madrileño, que saldrá undécimo.
«Nos falta potencia», volvió a sentenciar Alonso, que se jugó el bigote en una vuelta en efecto magnífica para acabar muy atrás. Frustrante, como casi todos los fines de semana de este año aciago. «Hemos hecho todo lo posible. No es que estemos descansando», argumentó el asturiano.
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