Fórmula 1

Manor: sin piloto, sin rodaje y un monoplaza parcheado

La escudería británica tiene el visto bueno para correr el GP de Australia, al que llega sin haber realizado un solo kilómetro en la pretemporada y con el coche del año pasado

Manor: sin piloto, sin rodaje y un monoplaza parcheado

La testarudez de dos hombres, los ingleses John Booth y Graeme Lowdon, ha logrado lo que parecía imposible. Si no hay sorpresas de última hora, la escudería Manor F1 estará el próximo 13 de marzo en el asfalto de Albert Park participando en el primer gran premio de la temporada.

Booth y Lowdon han salvado lo que parecía un proyecto muerto desde que Max Chilton se pusiera al volante del Marussia por última vez en el GP de Rusia del año pasado. Apenas dos semanas antes su compañero Jules Bianchi sufría el accidente más grave de la F-1 en los últimos años. Un choque contra una grúa en Suzuka que mantiene al francés en estado vegetativo. La mala situación financiera y la crisis deportiva fueeron los detonantes para que los inversores del equipo decidieran cortar el grifo,

Ya nadie contaba con ellos en la parrilla de este año, pero Booth y Lowdon siguieron trabajando para sacar adelante la escudería. En el caso de Booth, el motivo era, ante todo, sentimental. Este inglés de Rotherham creó Manor Motorsport en 1990, y lo hizo crecer poco a poco hasta convertirlo en una de las grandes referencias del automovilismo europeo. Junto a un experimentado grupo de ingenieros y mecánicos fue alcanzando éxitos en categorías como la Fórmula Renault, la F3 británica o el Grand Prix de Macao. Por sus garajes han pasado decenas de nombres ilustres, entre ellos Lewis Hamilton o Kimi Raikkonen, pero a Booth le faltaba el gran salto.

En 2010, su solicitud para lograr una plaza en el Mundial de Fórmula 1 fue por fin aprobada. Logró involucrar en el proyecto al multimillonario estadounidense Richard Branson, que obligó a renombrar al equipo con el nombre de su compañía. Virgin Racing compitió sin éxito en los Mundiales de 2010 y 2011, y poco después Branson salía del accionariado para dar entrada a capital ruso.

El equipo iniciaba entonces una segunda etapa bajo el nombre de Marussia, que como ya se ha dicho, terminó de forma abrupta precisamente en Sochi.

Ahora, gracias al apoyo de otro multimillonario, el norirlándes Stephen Fitzpatrick, Booth y Lowdon han logrado adaptar el monoplaza de 2014 en un tiempo récord para que cumpla con la normativa técnica de este año. En tiempo récord también ficharon al inglés Will Stevens como el primero de sus dos pilotos. Aún falta por confirmar el segundo.

OK de la Federación

Este mismo jueves la escudería confirmaba que el coche había superado las pruebas de choque obligatorias. Ya nada les impide viajar a Melbourne. Fitzpatrick, empresario del sector energético, va a inyectar 41 millones de euros al proyecto. La FOM les ingresará otros 38 por su noveno puesto en el Mundial de constructores del año pasado. Esos 79 millones de euros, más lo que puedan aportar los pilotos, será todo su presupuesto para esta temporada, menos de una cuarta parte de lo que gastan Mercedes, Red Bull o Ferrari.

En Melbourne, poner el coche en pista sin haber rodado ni un solo kilómetro durante la pretemporada ya será una heroicidad. Lograr un crono que les permita participar en la carrera del domingo, casi un imposible. Pero Booth y Lowdon llevan demasiados años en el motorsport para que eso les frene. Acabar la temporada en noviembre, en Abu Dabi, será el gran reto al que se enfrentan estos dos tercos ingleses.

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