Ciclismo
La Vuelta, de la catedral de Burgos a la de Santiago
El alto del Gamoniteiro, un coloso similar al Angliru, plato estrella del recorrido 2021
En su afán por la innovación y el estilo impredecible, la Vuelta 2021 presenta otra vez un recorrido apto para la sorpresa y el día a día imprevisto. Empieza y acaba con contrarrelojes, de Burgos el inicio a la conclusión en Santiago de Compostela. De catedral a catedral en busca de la antigua normalidad de una carrera que en 2020 se dedicó a la supervivencia por el dichoso coronavirus.
Será una Vuelta con ligero cambio de estilo, sin tanto final corto y en cuesta, con puertos más largos , que baja de Burgos hacia el sur por Albacete, Alicante y Andalucía y retoma hacia el norte por Extremadura, Asturias y final en Galicia.
En contra de su costumbre de los últimos años, ofrecerá argumentos para los velocistas con al menos seis etapas propensas para el esprint. Hasta ahora, los equipos con llegadores huían de la Vuelta. Tal vez en este edición se animen a concursar.
El plato estrella vuelve a ser un puerto inédito , uno que estaba en la memoria colectiva de los aficionados al ciclismo desde 1996, cuando la revista Ciclismo a Fondo publicó un posible recorrido hacia el Gamoniteiro , puerto asturiano que sale de Pola de Lena y cierra en la Sierra del Aramo. Hermano del Angliru, que se encuentra en la siguiente cresta asturiana, es un puerto sin descanso, de 15 kilómetros y una pendiente media que supera el nueve por ciento. Será, junto a los Lagos de Covadonga, un juez de la ronda.
Igualmente novedoso será el techo de Extremadura, el puerto de Villuercas , que también se estrena en la Vuelta siguiendo el empeño de la organización de descubrir nuevos parajes a los aficionados.
El Alto de Velefique, en Almería, y el Balcón de Alicante , puerto éste desconocido hasta la fecha, darán nuevos alicientes a una carrera que espera la presencia de Tadej Pogacar, el joven vencedor del Tour 2020.
La Vuelta acabará con una contrarreloj de 33 kilómetros en Santiago de Compostela, por lo que se abandona en esta edición la tradicional cita de paseo intrascendente por Madrid .
«Es una Vuelta un poquito diferente -explica Javier Guillén, el organizador-. No usamos tantos recursos de los finales en el alto, no hay tanto picante, pero expone más variantes y flexibilidad».