Vuelta a España
La Vuelta se abre paso entre el virus y el mal tiempo
El cierre de Navarra y la segunda ola de la pandemia colocan a la ronda en posición de dificultad en el desafío de terminar en Madrid
El pelotón ciclista se concentra en Irún porque hoy empieza la Vuelta a España 2020 y se recrudecen los mensajes de Unipublic, la empresa organizadora. #laVueltaencasa inunda las redes sociales. Por una vez, la que comporta la situación sanitaria, la carrera reclama espacio y recomienda a los aficionados que se alejen. Por duro que suene, la caravana itinerante, 22 equipos y 2.000 personas viajando de ciudad en ciudad, trata de aislarse de los lugares concurridos y del coronavirus. Es la Vuelta que nadie hubiese deseado y que alberga como primer objetivo llegar sana a Madrid el 8 de octubre. La amenaza del covid y del mal tiempo que se cierne en otoño en una edición que se representa por el norte vinculan la edición a los obstáculos externos por encima de los criterios deportivos.
La Vuelta rastrea la emergencia sanitaria de la segunda ola en España en un viaje complejo. Parte del País Vasco, donde el rebrote del virus ha elevado la cifra de contagios. Pernocta dos noches en Pamplona , con la amenaza en ciernes del confinamiento de la capital navarra. Transita por Logroño, otra ciudad al borde del cierre perimetral, y pasa por Aragón, aunque no toca Zaragoza, donde más casos se han detectado. El trazado acumula kilómetros (dos etapas) por Asturias, ejemplar la Comunidad en la primera oleada de primavera, pero ahora con potente brote infeccioso, y Galicia, también al alza. Y aterriza en la última semana en Salamanca y Madrid, dos capitales cuya movilidad está restringida hacia el exterior.
La 75 edición de la Vuelta fue aplazada dos meses en el calendario (es la última gran competición de la temporada) y recortada tres días. Cuestiones que hoy permanecen en el olvido ante el reto de desembarcar sin daño en Madrid. «Estamos ante la ilusión de organizar una carrera diferente y el desafío de acabar sin perjuicio», dice a ABC Javier Guillén, el director general de Unipublic.
Nueve puertos estarán cerrados al público en medidas restrictivas que superan al último Tour de Francia. Ayer se continuó con el proceso de análisis PCR, 496 negativos y dos positivos antes de salir, dos auxiliares de los equipos Bahrain y Sunweb, que ya han sido aislados conforme al protocolo.
El virus ha boicoteado a la ronda en otra faceta. Al desplazarse a octubre y principio de noviembre, se expone a una meteorología adversa en una edición que, casualidades de la vida, se disputa por completo por el norte. Madrid es el punto más meridional del recorrido. «El mal tiempo será el menor de nuestros problemas», matiza Guillén en vista del diagnóstico sanitario.
Desde hace semanas la nieve cubre las laderas del Tourmalet, destino estrella de la Vuelta 2020 y sede de la sexta etapa. En vez del habitual calor, bochorno e incluso fuego del agosto andaluz o mediterráneo, la Vuelta se adentrará en las montañas y las colinas del norte. Esperan el tremendo Angliru, la novedad de Moncalvillo, la Laguna Negra burgalesa, la pared gallega en Ézaro o la gélida cumbre de la Covatilla en Castilla y León. Montaña desde el primer día (final en Arrate) en una Vuelta que pide no ser visitada este año.