Ciclismo
«Todos comíamos del mismo bufé...»
Josean Matxín, director del Emiratos, detalla la cuarentena de los ciclistas que dieron positivo en Abu Dabi
Antes de que esta histeria colectiva del coronavirus se instalase en cada hogar español, hospital, centro de salud o residencia de ancianos, un pelotón ciclista experimentó el agobio del enemigo invisible. Sucedió en el Tour de los Emiratos, del 23 al 27 de febrero. Fue la zona cero del ciclismo, allí donde se desencadenó un efecto contagio que ha desembocado en el aplazamiento o, en la mayoría de los casos, supresión de carreras que amenazan con devastar la temporada del pedal. Tres ciclistas dieron positivo por coronavirus en Abu Dabi, lo que obligó a cancelar la prueba a falta de dos etapas: el colombiano Fernando Gaviria (Emirates), el argentino Maximiliano Richeze (Emirates) y el ruso Dmitry Strakhov (Gazprom). Cuatro equipos (Emirates, Gazprom, Cofidis y Groupama) permanecieron en cuarentena, aislados en uno de los hoteles más lujoso del mundo, el Yas Marina, ubicado en el circuito de Fórmula 1. Hace unos días que la mayoría de sus miembros, salvo los ciclistas con el virus, regresaron a sus países de origen. Josean Matxín, director deportivo del Emirates, es el jefe de Gaviria y Richeze y cuenta a ABC los pormenores de un episodio inusual.
«Para nosotros, de alguna manera el Tour de los Emiratos, es una especie de mini Mundial. Es una prueba prioritaria. No solo es nuestro patrocinador, sino que además es el nombre de nuestro equipo», comenta el director vizcaíno de 49 años y una extensa trayectoria en el segmento amateur y desde 2004 en el ciclismo profesional (Saunier Duval, Fuji, Footon-Serveto, Geox, Lampre, Etixx y ahora UAE Emirates).
El Tour de Emiratos es una carrera del nuevo ciclismo, organizado por RCS (los dueños del Giro). «La organización es excelente, de las mejores diría yo –comenta Matxín–. Los hoteles son de lujo , la presentación fue de lujo, los coches de lujo, la estructura de lujo. Espectacular. ¿Sin público en el desierto? Bueno, es como todo, en las zonas más transitadas de Dubai sí que había público, y en otras, pues no había tanto, lógico».
Durante días protestaron los hermanos Herrada, Jesús y José , por su confinamiento en la cuarta planta del hotel Yas Marina, desconocedores del protocolo que conviene seguir en una pandemia incipiente. De alguna manera los Herrada simbolizaron la ignorancia respecto al modo médico sanitario de proceder. Se quejaron por estar aislados e hicieron público su lamento a través de redes, pero es lo que está haciendo la población española. Matxín, con dos ciclistas positivos, guardó silencio desde Abu Dabi.
«Los ciclistas afectados estuvieron en el hotel y está claro que comíamos en el mismo bufé, había bufé para todos... No sabría confirmarte cómo fue el tema, si en el hotel o en otro sitio, la verdad», explica al respecto del contagio de Gaviria y Richeze . «Acudieron al hospital, tuvieron un control negativo, luego positivo... En fin, tampoco puedo dar muchos detalles porque se firmaron dos contratos de confidencialidad y luego está el tema del certificado médico de confidencialidad. Ahí ya no sé lo que se puede decir y lo que no. Y no es porque no quiera contar, es porque no sé exactamente lo que ocurrió...», relata el director deportivo.
Matxín asegura que sus ciclistas, Gaviria y Richeze, «se encuentran bien, sin problema». Richeze lamentó en la red Instagram: «Ha llegado el momento de que mi equipo se vaya a casa, pero desafortunadamente para mí, el viaje de regreso se pospone». El argentino, de 37 años, no ha tenido síntomas fuertes. Se declaró «optimista». « Estoy a cargo de un equipo médico muy profesional , a quien agradezco todo lo que está haciendo. Espero que también llegue pronto para mí el momento de abrazar a mi familia».
«Respuesta espectacular»
Lejos de criticar la acción sanitaria de los Emiratos Árabes, Matxín ensalza su profesionalidad. «La respuesta sanitaria de Abu Dabi ha sido espectacular, han mostrado una disponibilidad absoluta, absoluta a todos los niveles. Nosotros hicimos cuarentena por voluntad propia. Sé que a otros equipos les obligaron, no me digas por qué, que no lo sé. Con nosotros se han portado de fábula . No cabe duda de que es un país preparado y con medios».
Lo que se ha encontrado Matxín al regreso de Abu Dabi es un paraje desolador para el universo ciclista, sus patrocinadores y sus habitantes. Calcinado el mes de marzo, dado por perdido abril y probablemente mayo, cualquier poso de optimismo pasa por reanudar la temporada en junio. Las carreras de marzo y abril se han anulado o no se han disputado , salvo la París-Niza con medidas de alejamiento del público. De momento, el Tour de Francia (empieza el 27 de junio) se mantiene a la espera de acontecimientos que cambian a diario.
«La temporada tiene mala pinta, sí, porque solo se anulan carreras y llegan malas noticias», comenta Josean Matxín.
La Unión Ciclista Internacional (UCI), como otras federaciones internacionales, ya ha decidido estirar la temporada más allá de noviembre. Da prioridad a las grandes rondas (Giro, Tour y Vuelta) y a las cinco clásicas-monumento (Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y Giro de Lombardía) para reubicarlas en otras fechas del calendario . «Está complicado, pero hay que ser optimista», cierra Matxín.