Vuelta a España

Roglic y el Movistar a su espalda

El esloveno es otra vez líder seguido por Mas, Supermán y Valverde en el alto de Cullera. Landa pierde tiempo. Victoria de Cort Nielsen

PHOTOGÓMEZ SPORT

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Aparece Roglic como un tiburón en el promontorio de la playa de Cullera. Es tal cual se le espera, ese latigazo superior que anula voluntades y desanima a adversarios, una rampa con pendiente extrema ideal para la fusta del esloveno. El sello Vuelta que ya ha domesticado los dos anteriores veranos, pero el líder del Jumbo recibe réplica contundente esta vez. No gana la etapa que tenía su apellido, lo impide Magnus Cort Nielsen, un velocista en fuga que apura su esfuerzo en la cuesta hasta el límite de la felicidad. Y también responde el Movistar en bloque, la mejor manera de combatir al esloveno. Enric Mas, Supermán López y Alejandro Valverde se ajustan a su rueda y quedan colgados en trío a su espalda en la clasificación general, segundo, tercero y cuarto. Roglic manda otra vez en la Vuelta, con Egan Bernal sin ceder y ya con Mikel Landa en duda después de perder 27 segundos.

Por los arrozales de la Albufera se libra una París-Roubaix en miniatura. Es majestuosa la imagen del pelotón lanzado por una calzada diminuta que conecta la huerta con la costa, duplicado en versión valenciana de los tramos de pavé en el ‘Infierno del Norte’. Pasan los ciclistas de uno en uno, sorteando la arena y el polvo que los tractores y los coches levantan a su paso

Los ciclistas juegan con el viento. Estampa única en el pelotón cortado en varios segmentos por el ligero aire de costado que anima al Movistar a la acción. El Alto de Cullera es un caramelo para Valverde, la ambición intacta a los 41 años. El Movistar exhibe músculo esta vez, los ocho corredores en acompasada armonía en busca del daño ajeno y de cancelar la fuga que protagonizan Cort Nielsen, Bol, Bou, Gibbons y Linderman.

Se queda Hugh Carthy, el británico tercer clasificado de la última Vuelta, ganador en el Angliru, 192 centímetros de figura longilínea que sufre en el llano. Tampoco está atento Adam Yates, tercer soporte del Ineos. El Movistar es un equipo acostumbrado a la serenidad y a la fortaleza de carácter en la adversidad, no al liderazgo combatiente o las pinturas de guerra. No cazan a los escapados y tampoco colocan luego a Valverde en posición de discutir con Roglic y su pegada descomunal.

«La idea era controlar para mí, he tenido una caída en la parte inicial de la carrera, y me dolía el cuello», comenta Valverde. «En la parte final el equipo ha estado muy bien; había mucho viento y era muy peligroso, pero lo han sabido llevar a la perfección». El pelotón se dispersa al ingresar en el Alto de Cullera. Estos terrenos en pendiente no deciden una Vuelta, pero marcan agenda por el perjuicio o beneficio moral que acarrean y porque las bonificaciones sí son importantes en la Vuelta, una carrera que no suele definirse por minutadas como el Tour.

El Ineos prueba a un lanzador, Jonathan Narváez, un buen gregario de Egan Bernal y Richard Carapaz. El ecuatoriano descose al grupo y establece prioridades para compartir a la hora de la merienda. En un kilómetro y medio palidece Mikel Landa, hombre de puertos largos y no de cotas explosivas. En pocos segundos las jerarquías se definen. El séquito de Roglic lo componen tres Movistar, Enric Mas, Supermán y Valverde, el ganador del Tour 19 Egan Bernal, el velocista que mejor sube las rampas, Matthews, el joven italiano Bagioli y el ruso líder del Astana repleto de españoles, Vlasov.

Nadie cancela el esfuerzo de Cort Nielsen, quien se agarra a la montaña como una garrapata. Llega el zarpazo de potencia de Roglic. El árbol se zarandea y ningún Movistar se cae . Es una buena noticia para el equipo telefónico. «Nos habría gustado estar un poquito más adelante, pero hemos estado bien -reconoce Valverde-. De momento estamos ahí y estando yo siempre podemos tener alguna baza más».

Gana Cort Nielsen amenazado por la dentellada de Roglic, al que los jueces dan el mismo tiempo que al vencedor, y a la espalda del esloveno se sujetan los Movistar. Roglic ya no da síntomas de tensión. Está relajado. «Me hubiera gustado ganar, pero también lo merece Cort Nielsen. Estoy feliz de ser líder hoy, mañana ya veremos».

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