Vuelta a España

Roglic gana la Vuelta con su cuarta victoria en la contrarreloj

Enric Mas conserva su segundo puesto y Jack Haig completa el podio al defender su posición ante Adam Yates

EFE

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Sin ceder a la complacencia, Primoz Roglic pone la guinda a su tercera Vuelta a España consecutiva con un triunfo, el cuarto en esta edición, en la contrarreloj de cierre en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela y su majestuosa catedral orgullo de un pueblo. El esloveno es exigente y concienzudo hasta el final. Se merienda a Enric Mas en el pórtico de entrada a la meta, desbarata la opción de Magnus Cort Nielsen de convertirse en el Van Aert de la Vuelta, se toma una cerveza en el podio y levanta orgulloso una bicicleta Cervelo roja, símbolo de su éxito. Enric Mas conserva su segundo puesto, segundo podio en su trayectoria, y el australiano Jack Haig defiende su tercera plaza ante el empuje del británico Adam Yates.

Antes de que la tarde avance ya ha dejado su sello Magnus Cort Nielsen, el danés que ha descubierto su camino en la Vuelta a España. Transformado en un todoterreno cinco estrellas, fija el mejor tiempo de la contrarreloj por encima de todos los contendientes, solo a la espera de que Roglic decida lo contrario. Cort Nielsen es el clon de Van Aert , capaz de ganar en el Alto de Cullera, desafiar a los mejores en la cuesta de Valdepeñas, ganar un esprint en Albacete, una escapada en Monforte de Lemos y casi derribar el último muro en la contrarreloj.

Es un cierre con cierta emoción porque se despide del ciclismo Fabio Aru, adiós con solo 31 años. Y es muy entusiasta la celebración de Fabio Jakobsen, que entra en la meta sobre las seis de la tarde levantando los brazos, un vencedor más, ganador ante la adversidad y el umbral de la muerte que tuvo a su vera hace un año en Polonia. Hoy sube al podio con el maillot verde, premio al más regular.

No hay grandes sucesos en la contrarreloj. El australiano Jack Haig defiende su tercera posición ante la ofensiva de Adam Yates, que quiere escalar en una crono propicia, con una subida a mitad de trayecto. Enric Mas cumple objetivos, cede dos minutos ante Roglic, más o menos lo previsto, una carga que debe mejorar con el paso del tiempo.

Una libélula se posa en el hombro de Steven Kruijswijk, deja la imagen de la jornada a través de las cámaras, y viaja con el ciclista holandés durante los últimos metros de la cita.

Roglic casi se come una rotonda al equivocarse de camino por una cinta casi invisible que tapaba la carretera. Pero no trastoca sus planes, sigue su camino y llega a la ronda final en Santiago, donde dobla a Enric Mas, afronta la recta de entrada al Obradoiro y saborea su tercera Vuelta.

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