Ciclismo

El pelotón exige más seguridad: «Nos mandan a la carretera como si fuéramos ganado»

Los ciclistas reclaman mayores medidas de protección y finales menos peligrosos que el de Katowice

E. V. Escudero

La avenida Korfantego desemboca en su último tramo en una recta larguísima de más de un kilómetro con una ligera pendiente negativa. El lugar es uno de los bulevares principales de Katowice y el escenario elegido habitualmente para el final de etapa de la Vuelta a Polonia que termina en esa ciudad . No es la primera vez que esta llegada obliga al pelotón a alzar la voz, pues su desnivel eleva la velocidad del esprint como en pocos lugares, convirtiendo los últimos metros en un sitio propicio a las caídas. Accidentes que a esa velocidad multiplican el peligro de lesión grave.

El lunes, los temores se tornaron en realidad en ese punto de la ciudad polaca cuando, en su ansia por ganar, el holandés Groenewegen arrinconó a su rival Fabio Jakobsen hasta hacerle chocar con las barreras de protección. El golpe, brutal, hizo saltar por los aires a medio pelotón, que ayer se puso en pie de guerra para exigir más medidas de seguridad a los organizadores de las carreras.

«Cada año sufrimos el mismo estúpido esprint en bajada en la Vuelta a Polonia. Cada año me pregunto por qué los organizadores piensan que es una buena idea . Los esprints masivos son ya peligrosos de por sí, no necesitas elevar la velocidad por encima de los 80 km/h para hacerlos más espectaculares», reflexionaba Simon Geschke , ciclista alemán, ganador de una etapa en el Tour de Francia.

Como él, otros compañeros del pelotón exigieron un cambio en el trazado de algunas pruebas y, también, en las medidas de seguridad que los organizadores disponen en esos metros finales tan críticos. «Solo nos echamos las manos a la cabeza cuando pasan cosas así. ¡Una llegada al esprint en un circuito de mierda y a más de 80 km/h es de locos! A veces me da la sensación de que somos simple ganado que se nos saca a la carretera para dar espectáculo y punto », señalaba el español José Joaquín Rojas, del equipo Movistar.

En ese mismo sentido, el italiano Fabio Sabatini, del equipo Cofidis, describía como «suicida» una llegada como la diseñada por la Vuelta a Polonia y el español Fran Ventoso iba más allá pidiendo explicaciones al sindicato de corredores. «Si eso ocurre es porque la CPA lo permite» , apuntó el ciclista del CCC Pro Team.

En una temporada donde los esfuerzos se han centrado en los protocolos anticoronavirus, el accidente de Jakobsen ha venido a destapar las carencias de seguridad que aún perviven en la mayoría de carreras ciclistas. «Necesitan empezar a escuchar a los ciclistas» , clamaba ayer en «Cyclingnews» Robbie McEwen , esprinter retirado que sabe bien lo que es jugarse el tipo en esos metros finales. Quizá por eso, desde que se bajó de la bicicleta ha luchado sin éxito para que la UCI introduzca nuevas barreras menos lesivas para los ciclistas. Puede que la caída de Jakobsen haga reflexionar por una vez a los responsables del pelotón.

«No importa el lugar o el nivel de la carrera, la UCI debe implantar la necesidad de tener barreras que sean seguras en las llegadas al esprint», argumentaba McEwen , que se unía así al grito unánime del pelotón tras la caída de Jakobsen que ha puesto de manifiesto un problema crónico.

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