Otro espectáculo total de Contador en la París-Niza

Incapaz de correr sin competir, de practicar el ciclismo sin exprimirse, Alberto Contador brindó otro espectáculo sensacional en la París-Niza. Protagonista en el triunfo y en la derrota, el madrileño jamás convoca a la indiferencia. Gana, pierde, pero se niega a rendirse. Por solo dos segundos no levantó su tercera París-Niza después de un ataque a 50 kilómetros con dos puertos por delante. El colombiano Sergio Henao conquistó el trofeo.

Igual que en la Vuelta a España que ganó Quintana gracias al arrojo de Contador o la París-Niza que se dejó por cuatro segundos ante Geraint Thomas el año pasado, el madrileño empujó con todo el caudal de intangibles que le proporciona su fuerte mentalidad. La voluntad, la determinación, el empeño, la confianza...

A 50 kilómetros, en el puerto de Peille de primera categoría, se marchó con su fiel Jarlinson Pantano para construir la típica escapada «a lo Contador». Grupo amplio y con ganas de hacer daño.

Así pasó los puertos mientras Sergio Henao palidecía y se iba quedando sin compañeros. Como le sucedió a Froome en Sabiñánigo o a Thomas el año pasado. En el col de Eze, Contador se marchó solo, la Costa Azul a sus pies.

Por allí se entrenaba Chris Froome , quien se hizo un selfie tratando de llegar a su casa (vice en Mónaco), pero fue taponado por el pelotónd e la París-Niza.

Contador no dejó de pelear hasta el último aliento, hasta que otro español, David de la Cruz , le arrebató dos triunfos en el Paseo de los Ingleses, el parcial y el general. Solo por dos segundos, por la bonificación que se agenció De la Cruz, Contador no ganó su tercera París-Niza.