Tom Dumoulin hunde a Nairo Quintana en la contrarreloj

Ni la fuerza extra del maillot rosa ni la invocación a la fuerza del equipo ni los 30 segundos de colchón que tenía después de su exhibición en el Blockhaus. El colombiano Nairo Quintana entregó todos sus poderes en la contrarreloj de 39 kilómetros en Montefalco. Se impuso la naturaleza a los elementos colaterales. El holandés Tom Dumoulin, con un cuerpo cincelado para ser contrarrelojista , le arrebató el liderato y estableció una ventaja potente en la general (2.23) que Quintana debe ahora recortar en el Giro de Italia.

La décima etapa resolvió con lógica la incertidumbre que siempre evoca una contrarreloj. Terreno de sorpresas, de inexplicables vaivenes y oscilaciones imprevistas, el Giro regresó a su normalidad. Dumoulin voló por encima incluso de las expectativas y asestó un potente golpe a la carrera, toda vez que también se le ha visto solvente en la montaña.

El holandés marcó los mejores tiempos en todos los puntos intermedios: kilómetro 9,8 (10.22 minutos) y 28,2 (33.24), antes de presentarse en meta con ritmo superior al de todos sus rivales.

Nairo cedió demasiada distancia en la contrarreloj (2:53) , material que puede ser decisivo en el devenir del Giro, si bien queda mucha montaña y también sus correspondientes bonificaciones en la meta .