Ciclismo

El dominio de Eslovenia no tiene fin

Mohoric se sobrepone a sus compatriotas Roglic y Pogacar y a los favoritos para vencer en la Milán-San Remo

Mohoric, en la meta de la Milán - San Remo AFP

Tardará Italia en quitarse el sabor esloveno de su paladar. Hace justo dos semanas, Tadej Pogacar se llevó la Strade Bianche en la Toscana con una exhibición para el recuerdo y pocos días después reforzó su dominio con una victoria en la Tirreno-Adriático. Hoy, su compatriota Matej Mohoric, ha triunfado en la Milán-San Remo . Una victoria en el monumento transalpino inesperado, pues Mohoric no cuenta con demasiado cartel, pero que evidencia el dominio que ejerce la nacionalidad balcánica sobre el asfalto o la gravilla. Da igual la situación, su bandera tiende a aparecer en el podio.

Mohoric (Kranj, 1994) ha sido un corredor alejado de los grandes focos durante buena parte de su carrera. Al menos hasta el pasado verano, cuando ganó dos etapas del Tour de Francia y se encaró desde el podio con la físcalía de Marsella, que investigaba a su equipo (Bahrain) por sospechas de dopaje. «Nuestra generación está limpia», dijo.

Pequeños destellos que han llevado al esloveno a tocar el esplendor en el monumento italiano. Todos los focos se centraban en el nuevo caníbal, Pogacar , con un inicio de temporada pletórico, pero fue Mohoric quien le robó el minuto de fama en San Remo.

Sin hacer mucho ruido y mientras las cámaras enfocaban a los nombres con solera, el balcánico se camufló en el pelotón durante el ascenso al Poggio y encaró su descenso con una agresividad que cogió a muchos de los contendientes a contrapié. Llegó a la meta en solitario y Turgis y Van der Poel le acompañaron en el podio.

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