Una visión científica sobre la codorniz

Ciencia y caza han ido de la mano en el informe Coturnix 2020 para determinar el estado actual de esta ave migratoria

Dos ejemplares de codorniz José Manzano

Jesús Nadal

Los eufemismos anticaza quieren crear una ‘verdad’ alternativa a la realidad con el fin de dominar la opinión pública. No todos los documentos ni todos los medios, organizaciones e instituciones están hipnotizados por las patrañas. La revisión crítica permite ver si los datos presentados están sesgados y si por eso las conclusiones obtenidas con ellos están igualmente desviadas. Con la objetividad de la ciencia podemos liberarnos de las persuasivas campañas de neuropublicidad. Desde 1996 en colabo- ración con la Real Federación Española de Caza (RFEC) iniciamos un programa de ciencia ciudadana que involucra a los cazadores en la recolección de muestras biológicas (alas de la codorniz cazada, cuyas plumas sirven para clasificar su edad en meses) y en la realización de cuestionarios de caza. Aplicamos este programa para estudiar la ecología de la codorniz silvestre y mejorar la gestión de esta especie, porque resulta fundamental para su conservación y aprovechamiento sostenible. En este sentido, el manejo sostenible de la codorniz representa un desafío particularmente complicado, debido a que esta ave migrante de largo y corto recorrido se caracteriza por sus complejos patrones viajeros y de reproducción. La gestión de esta pequeña galliforme migradora no solo debe considerar sus requerimientos ecológicos, sino también las implicaciones sociales, culturales, económicas e incluso políticas marcadas por el hecho de que es una especie cinegética. La codorniz atraviesa periódicamente diferentes fronteras sociopolíticas, por lo que está expuesta a amenazas muy diversas en función de dónde se encuentre en cada momento.

La información obtenida de las alas sirve para estudiar la estructura de la población, la reproducción y la migración; las encuestas y los censos para estimar la abundancia, la reproducción, el impacto de la cosecha y de la caza; el a nillamiento para investigar los movimientos y la longevidad . Con todo ello podemos establecer un diagnóstico de cómo se encuentra la población, determinar con objetividad y precisión su estado de conservación.

José Manzano

El informe Coturnix 2020 es un trabajo científico que ha usado la ciencia ciudadana para recoger datos de la codorniz en todo el país. Más de 3.000 cazadores han colaborado aportando encuestas de las jornadas de caza y muestras biológicas de las codornices capturadas. Se han analizado más de 10.000 alas de codornices silvestres en el Laboratorio de Fauna Silvestre de la Universidad de Lérida . Se ha estimado la superficie útil para la codorniz al final del verano según las regiones biogeográficas españolas. Se han anillado más de 400 codornices y se han programado actividades para el censo y seguimiento de la cosecha en diferentes lugares de España.

En 2020 la abundancia de codorniz al final del verano durante su paso migracional hacia África ha sido una de las más altas de los últimos veinticuatro años. La densidad ha mostrado diferencias según las zonas biogeográficas, esta ha oscilado entre 0,43 y 1,01 codornices por hectárea útil. La abundancia de codorniz tiene amplias fluctuaciones entre los distintos años y regiones biogeográficas. Estos cambios generan incertidumbre, frustraciones y alegrías en su caza porque la dotan de gran pasión y tensión. En el diagnóstico del estado de una población de animales silvestres, además de la abundancia, necesitamos conocer su estructura; es decir, su composición en grupos de edades y sexos. La biología de la codorniz es sorprendente por su alta capacidad de reproducción y movimiento. Su longevidad es pequeña porque está sometida a altas tasas de mortalidad . Durante la migración, por ejemplo cuando atraviesa las costas del litoral, encuentra paisajes llenos de edificios, torres eléctricas, grúas, cables y vallas con los que colisiona. El medio ambiente actual somete a la codorniz a muy diversas causas de defunción por las construcciones, los aerogeneradores y la contaminación lumínica, sonora y atmosférica. A pesar de esto y de muchas otras malentidades con las que esta ave se enfrenta, nuestra población de codorniz es capaz de superar los factores artificiales y naturales que inciden negativamente sobre su vida gracias a su elevada productividad y temprana reproducción.

La codorniz genera al menos tres cohortes (grupos de ejemplares nacidos en el mismo periodo) de edad cada año, por ello su capacidad para renovar la población se multiplica por tres. Esto hace que el concepto de joven y adulto deba establecerse por meses y no por años. Mediante los cocientes entre los grupos de edad (razones de edad) se evalúa el éxito reproductor y la tasa de renovación de la población. Durante el final del verano de 2020 la razón de edad 3 (RE3) en todas las regiones biogeográficas supera el valor 3, mostrando que la población es expansiva, que más del 80 % de las codornices capturadas por los cazadores eran jóvenes nacidas este año.

Las jornadas de caza de codorniz se realizan fundamentalmente en solitario y en pequeña cuadrilla. Las cuadrillas más habituales son la pareja de cazadores. La codorniz se caza mediante un cazador acompañado de un perro, frecuentemente dos cazadores con sus respectivos perros y en ocasiones acompañados de un tercer perro que es la renovación generacional de uno de los anteriores. Las formas de caza cambian con las regiones biogeográficas; en el sur de la península son más comunes las cuadrillas de dos cazadores, aunque en toda España predomina la caza en solitario. Como promedio, el rendimiento medio de capturas, es decir, las codornices que son abatidas por cuadrilla y jornada, es bastante similar en todas las regiones biogeográficas: oscila entre 4 y 6 capturas por jornada y cuadrilla (2 y 3 codornices por cazador y jornada). Dentro de las limitaciones (autolimitaciones) en la caza de la codorniz existe un gran recorrido ético. En España tenemos cazadores poco formados y cazadores con un gran nivel de comprensión de la naturaleza y el arte de cazar . Cada vez más cazadores solo disparan a la codorniz que ha muestreado el perro, siempre que esta se encuentre en distancia óptima de disparo, bajo condiciones adecuadas de seguridad y cumpla con los requisitos de la edad y astucia exigidos.

La codorniz se caracteriza por sus complejos patrones viajeros y de reproducción J. Manzano

La organización de la caza en las sociedades de cazadores exhibe una gran amplitud de sistemas de regulación y control. El número de días de caza, los horarios, los sectores, los aparcamientos, el cupo de capturas diarias y en posesión, el número de cazadores por cuadrilla, el acceso a los sectores, el número de perros, las características técnicas de las armas y el número de disparos son parámetros normalmente ordenados en las reglas de la sociedad y en concreto para cada coto. Todos estos códigos se diseñan y proyectan desde los planes técnicos de caza. Los técnicos cinegéticos vigilan la sostenibilidad de las poblaciones de animales de caza y elaboran estos documentos técnicos que tienen carácter legal. Nuestros sistemas oficiales de regulación de la caza son avanzados, continuamente se renuevan y mejoran en las distintas comunidades autónomas. Conforme progresa la ciencia aplicamos nuevos y mejores criterios para el aprovechamiento sostenible de la naturaleza. Las reformas de la legislación permiten trasladar e incorporar las innovaciones técnicas para optimizar la sostenibilidad del aprovechamiento de los recursos naturales.

Conocer cuántos animales tenemos, la superficie útil que hay disponible para la codorniz, las malentidades que le afectan, los requisitos ecológicos de la población, cómo hacer que el aprovechamiento cinegético contribuya positivamente a su conservación… son las herramientas básicas que los técnicos cinegéticos (geógrafos, veterinarios, ingenieros de montes, ingenieros agrónomos, ambientalistas y biólogos) aplican en la elaboración de los planes técnicos de caza. Nuestro país es el más avanzado de la Unión Europea en la regulación sostenible de la caza y debe seguir progresando en este sentido. Sobre cómo aplicamos estos documentos descansa nuestra responsabilidad para con la codorniz, porque ellos explican cómo la tratamos. Es importante saber discernir entre lo útil y lo valioso; lo útil para conservar la población y lo valioso para aprovecharla deseablemente, desde comprender su belleza, cómo funciona y los bienes que nos aporta hasta el respeto por el animal abatido.

Tenemos que hablar de la codorniz entre todos los cazadores, naturalistas e instituciones. Es urgente consolidar el seguimiento y la gestión de esta especie porque es un imperativo legal. El proyecto Coturnix está financiado por Mutuasport; por supuesto, también por todas las federaciones autonómicas de caza. Nuestro reto es hacer participar a todos los cazadores y ciudadanos en la conservación de la naturaleza. Además, debemos darle proyección europea y africana, esto nos exige conseguir mayor financiación y tejer una amplia red internacional de colaboraciones que sea transversal a las instituciones y ONG.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación