El comienzo de una hermosa amistad

«Siempre me ha interesado el origen de esta relación entre el perro y el hombre»

Pablo Capote

Reparaba el primer día de media veda en la ayuda que suponen los perros buscando las codornices y en la ‘afición’ que demuestran. Siempre me ha interesado el origen de esta relación entre el perro y el hombre.

La científica inglesa Alice Roberts describe la paleontología canina en su libro Domesticados como una auténtica pelea de perros. Las teorías sobre el origen del mejor amigo del hombre se han alternado durante siglos y hoy los avances en la secuenciación del ADN mitocondrial han enmendado la plana a eminencias como Darwin, que proponía que el perro descendía de coyotes, lobos y chacales; o a Konrad Lorenz, que, aunque descartó los coyotes de la lista de antepasados del perro, apostaba más por el chacal en la mayoría de los casos. Hoy parece que sí existe un consenso en que el perro desciende del lobo, del gris en concreto, y que fue este el primer animal domesticado.

¿Dónde? A lo largo del tiempo en que se ha estudiado este asunto se ha sugerido que Europa, Eurasia, Asia Oriental o África, incluso Norteamérica eran las posibles ‘patrias’ del perro, tanto en un punto único como en varios distintos. Hoy, sin haberse zanjado la cuestión, toma fuerza su origen siberiano.

¿Cuándo? Las fechas que comenzaron a barajarse fueron las del Neolítico para, posteriormente, retrasarlas por el descubrimiento de nuevos fósiles a fechas muy anteriores cercanas a los 40.000 años. Hoy, la discusión de si los fósiles más antiguos pueden considerarse auténticos perros, son lobos ‘raros’ o ramas evolutivas perdidas ha vuelto a acercar las fechas de aparición de los perros como tales y se estima que pudo haber sido hace unos 23.000 años, coincidiendo con la abundancia de las presas de lobos y humanos en el norte de Siberia.

¿Cómo? La teoría más aceptada siempre ha sido o ha estado basada en la que expusiera Raymond Coppinger, científico experto en el comportamiento y el origen del perro, que sostenía que todo fue fruto de una relación beneficiosa para ambas partes, al acercarse los lobos a los asentamientos humanos y acostumbrarse a aprovecharse los unos de los restos de las cacerías de los otros. Llama la atención que apenas se valore la opción que yo creo más probable, como es el robo de camadas y la adaptación de los cachorros a su nueva manada.

De estas el ¿por qué? parece la pregunta más retórica y se cree que la cooperación en la caza fue el germen de esta hermosa amistad.

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